Nosotros intentamos por todos los medios conciliar con ellos. Nos reunimos con la profesora y con la directora del centro, que obviamente negaron todo lo que estaba pasando, y los abusos siguieron.
Cuando dimos parte a la Conserjería, la inspectora acudió, concertó una reunión con ellos, pero fue infructuoso y al cabo de poco tiempo volvieron a las andadas. Nuestros hijos venían llorando a casa, se negaban a ir al colegio, y un compañero de mis hijos, segun relataba su madre se metía los dedos en la boca para intentar vomitar, fingir que estaba enfermo y no acudir a clase.
No nos quedó más remedio que con testigos, acudir a la Policía Nacional, y eso fue efectivo. Ahí, logramos el bien psicológico de los niños.
De eso hace dos años y ahora ir al colegio es como tiene que ser. Acudir para aprender, relacionarse con los compañeros y respetar a los demas y ser respetado. Ni más ni menos.
Que la profesora sea así con sus propios hijos, como tú expones en tu caso, no es problema de nadie.
Nuestro deber es que traten a los nuestros con un trato debido. Si la mujer no sirve para la enseñanza, que se dedique a otra cosa. Pero desde luego, yo no me haría cargo de los problemas psicológicos de esta mujer. En absoluto.