He estado mirando en internet y algunas casas como Toyota ofrecen en sus vehículos de segunda una extensión de la garantía inicial del vehículo.
Normalmente no están cubiertas por la garantía las piezas sujetas a desgaste del vehículo. Es decir lo que lleva de ordinario mantenimiento.
Sin embargo, acabo de ver un contrato de compraventa donde dice que sólo las partes mecánicas del vehículo quedan sujetas a la garantía, exigiendo además que el vehículo sea reparado por los talleres indicados por el vendedor (no por un taller cualquiera autorizado por el vendedor, sino en los talleres que el vendedor indique.... ).
A mí esto me parece desigual mediando un profesional porque por esta regla de tres tenderá a excluir lo que considere más problemático en un vehículo de segunda mano. ¿ por qué no los vicios ocultos ? ¿ por qué no la electrónica además de la electricidad ?.
Hasta qué punto puede el vendedor profesional de vehículos de segunda mano remodelar o limitar la garantía ?
Gracias
P.D. Yo entiendo que se compra el coche de segunda mano para circular bien con él. Al menos durante la garantía. Pero no un vehículo que a los cien kilómetros empiece a tener problemas eléctricos y de otro tipo...
No es un vehículo comprado como chatarra.
No es un vehículo entre particulares comprado tal cual (creo que aquí sólo tendrían entidad los vicios ocultos) porque el particular no suele dar garantía del vehículo...
