Sigo el hilo desde el principio y se agradecen sinceramente los comentarios y compruebo que una cosa es la teoría y otra la práctica. Aprovechando este hilo yo pienso que el que no sea un fracaso montar un despacho depende también de algo importantísimo para mi: La honestidad. He visto de todo, desde abogadas y abogados "trepas" aprovechándose de la ignorancia de algún cliente y otros que se merecerían una estatua a la honestidad. Y lo que digo no está relacionado en que gane o pierda pleitos, pues no todo juicio se puede ganar y objetivamente a veces no depende de que el abogado sea más o menos hábil, sino que no piense en sacarse provecho él/ella mismo de la situación, pactando con la otra parte, maniobras que dilatan procesos para cobrar más honorarios, etc. etc. Lo que quiero decir es que el éxito del despacho, como otros negocios, también depende de la lealtad profesional. Para mí esto es muy importante dentro de un sector en que las relaciones de abogado-cliente son inmensamente frágiles y delicadas porque quieres defender a tu cliente pero no quieres que el "colega" de la otra parte te tenga a mal. ¿que opináis?
Interesante aportación. Te voy a contar un caso mío que me ha pasado hace nada.
Un par de meses atrás, una amiga me trae al despacho a otra mujer. Una mujer que tiene un hijo que ha tenido problemas en 3 colegios privados. En este último colegio, la madre, quiere denunciar al colegio ante educación, denunciar a la madre de otro alumno, solicitar cambio de colegio en mitad del curso.... la de Dios.
Yo la aconsejé, le dije que no valía la pena denunciar, que después de fin de curso cambie al niño y en paz. Me ofrecí a mediar con la directora del colegio (de hecho así lo hice, hablé por teléfono con ella), la atendí tres veces en mi despacho y otras tantas por teléfono y como realmente no tuve ni que redactar un papel, no le cobré nada.
Un par de meses después me dice que está a punto de repartirse la herencia de sus padres y que la herencia va a ser complicada, que uno de sus hermanos es abogado y que va a haber bronca, que quiere que lleve yo esa herencia. Cuando veo cual es el caudal hereditario, sube de los dos millónes de Euros. Evidentemente en este caso mi minuta va a ser sustanciosa.
Este consejo sí que hay que grabarlo en piedra. Si veis un caso que está perdido, decidle al cliente que está perdido. Si aún así insiste en ir adelante, dejarle claro que vuestro consejo es que no lo haga. Puede que pierdas un cliente y que se vaya a otro abogado que le diga que puede ganar, pero tranquilos, cuando pierda, se enfadará con ese abogado y volverá a vosotros. La honestidad, en este negocio y la sinceridad con el cliente, lo es TODO.