Desde luego el tema del pago con tarjeta en España debe de avanzar mucho en cuanto a su operatividad. He tenido la posibilidad de viajar por Europa, por Suecia, Noruega, Dinamarca o Reino Unido y tengo que decir que a modo de frívolo ejemplo, es una verdadera gozada poder pagar un chicle con tarjeta sin que nadie te mire mal, por ser la norma común.
No sólo eso. Para comprar pan en Copenhague recuerdo un local donde ¡había disponibles 4 tarjeteros bajo el mostrador! ,a elegir por el usuario, sin intervención alguna por parte del vendedor ni requerimientos de dni o similar. Por si fuera poco para el torrente de sensaciones pseudo orgásmicas pro consumistas, funciona en tan sólo tres o cuatro segundos a lo sumo, y no cerca de los 20 en España.
Uno a la fuerza cuestiona razones de fondo para todo esto: que la banca en España, además de sangrar y aprovecharse del personal es de una ineficiencia total, porque incluso y además de todo tipo de petición de garantías para trabajar con ella, tiene que hasta ser rescatada, aunque eso ya es harina de otro costal.
Como argumento final en defensa de las tarjetas, no encuentro mejor medio de evitar blanqueos y demás historias oscuras, todo controladito...