En realidad ya son casi quince años de alegrías y momentos de orgullo con mi hija. La primera fue cuando por fin nos la pudimos llevar a casa después de pasar sus primeros casi cuatro meses de vida en una incubadora, la mitad de ellos con respiración artificial y escuchando a los médicos decir que probablemente mi hija no viviría otro día, y de haber pasado ya por tres operaciones, una de corazón y con prácticamente 0% de posibilidades de sobrevivir. Han seguido muchas alegrías, con cada pequeña cosa que un niño sin problemas va desarrollando sin darse cuenta, como meter un cubito de madera en una taza, hacer su primera raya con una pintura, coger un tenedor... todas esas cosas han sido motivo de aplausos y celebración.
Con seis años mi hija todavía no controlaba esfínteres. Le hicieron un montón de pruebas y llegaron a la conclusión de que no sentía nada en esa zona y nunca llegaría a sentir ni a controlar y que cuando fuera más mayor le enseñarían a ponerse una sonda. Le dije al médico que no quería ponerle una sonda, que quería que mi hija fuera al baño como todo el mundo y me contestó que eso no sería posible. El verano pasado, unos días antes de cumplir 14 años, mi hija dejó de llevar pañales.
A pesar de tener todos los pronósticos en contra, de decir que mi hija no viviría, no se movería, no controlaría esfínteres... como dice nuestra compañera matias1... toma, toma y toma
Si alguno tenéis curiosidad No puedes ver los enlaces.
Register or
Login. Es una web que hice con la intención de compartir la historia de mi hija y ofrecer apoyo a familias que pasan por una situación parecida, aunque desde que empecé la carrera no la he actualizado (ahora que lo pienso igual me tomo unos días y lo hago
)
Saludos, abrazos y gracias mil.