Pero los poderosos saben perfectamente que la gente que va a regir los destinos de este país, es precisamente la que sirva a esos designios irracionales de los que ayer besaban la mano del rey y hoy se pelean por verlo patalear mientras lo decapitan. Y hacen eso, pues por lo mismo que ven gran hermano, splash, etc. Con una república no cambiarían mucho las cosas, pero se daría satisfacción a ese tipo de gente que no nos engañemos, es la inmensa mayoría. Los ladrillos, que diría Lenin, serían los del régimen anterior. Todo seguiría igual. Porque como ya he dicho, la gente es así.