Tras 10 largos años por fin acabé esta mi segunda carrera. Soy farmacéutico de profesión y también de vocación, pero no hay faceta humana ni conocimiento que no necesite del conocimiento del Derecho para su desarrollo y, a veces, tabién para su completa comprensión.
Hace más de 30 años que en la Facultad de Farmacia tuvimos un curso titulado "Farmacia y Derecho", impartido por un abogado y farmacéutico del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos. Era un cursito breve, sencillo, muy práctico y dirigido a legos. El ponente me cautivó por la fuerza con la que defendia la necesidad de maridar carreras de ciencias con letras. Su apasionamiento era enorme Ese fue uno de los motivos para empezar esta carrera. Pero la motivación mayor fue causada por una enfermedad. Caí en una situación que a poco me aproximó al suicidio. Durante años hube de medicarme, estar ingresado muchas veces... y como consecuencia mi cabeza se quedó embotada, muerta,sin capacidad ni de hablar. Cuando mejoré un poco, me propuse hacer ejercicio mental por ver si mejoraba...y me matriculé en la UNED. Oh misterios de la mente! el primer año obtuve varias matriculas de honor y sobresalientes. A partir de ahí mi cabeza empezó a funcionar bien, se acabaron pastillas (casi), médicos (casi)...empecé a trabajar de nuevo, aunque esta vez ya por cuenta ajena. La UNED, me libró en buena manera de mis fantasmas, miedos y enfermedad.
Todos estos años me he matriculado de más o menos asignaturas, pero siempre unido al cordón umbilical de la UNED.
Gracias al hábito adquirido aqui he conseguido superar una oposición del Grupo A1, de Salud Pública, a mis ya 53 años cumplidos el año pasado.
Esta es mi pequeña historia y deseo compartirla, pues le debo a este foro mucho de lo conseguido. No voy a poner nombres de foreros porque me dejaria a gente importante. A TODOS vosotros que formais Uned-Derecho y por ende UNED, os quiero mucho y os deseo lo mejor en la vida.