Esto es alucinante. Y, sobre todo, cansino. Ni siquiera ya se pueden poner bromas en el lugar reservado al canal, pues uno se arriesga a montar una movida contra él, contra otros, de otros, para otros et al.
A falta de un libro de instrucciones de cuándo, cómo y, sobre todo, dónde y con quién se pueden gastar bromas o hablar/escribir con animus iocandi paso de todo.
Que vaya bien a los de Burgos.
Salud, humor y seriedad en lo que procede,
IUS