En las empresas familiares, las nóminas no reflejan lo que realmente se percibe. Cuando llega la crisis matrimonial, el cónyuge quiere mostrar a todos lo que, de sobra, sabe: que el esposa/a gana el quíntuplo de lo aparente, que los beneficios son mayores... Me han hablado de una sentencia del Tribunal Supremo, del pasado año, que establece una doctrina en cuanto a las auditorías de estas empresas; no la encuentro. No obstante, mi duda principal es ¿qué pasa cuando la participación ganancial de la empresa es baja?