Creo en Dios y creo en el genio humano.
Y sin embargo, no veo solución a esto. Aunque de entrada, las elecciones son un principio de solución. De momento se ha parado la ley Caamaño que era una ley que impedía a otro que no fuera el Fiscal, acusar. A nadie se le escapa que eso era en la práctica, una ley de impunidad del poder. Hecha desde el poder, por el poder y para el poder.
Creo que a día de hoy no está el mercado para una dictadura, que dicho sea de paso no se sabe adónde lleva, pero sí se sabe que es siempre un punto de no retorno. Aunque en la democracia española también hay muchos puntos de no retorno, que hacen que se esté destruyendo desde dentro. Citaré algunos:
1. Europa. Se mantiene más por puro romanticismo, que por viabilidad real, pero se mantiene.
2. Lo de las Autonomías y el estado del bienestar: ya vemos de qué manera se mantiene, mediante impagos, fiscalidad 0, coste financiero 0, coste mercantil 0. Con las farmacias trabajando gratis, pero eso sí, lo van a poder vender muy bien a los electores: sí, éstos trabajan gratis para nosotros, fabrican gratis las medicinas, pero usted las recibe gratis. ¡Qué bueno! ¿No? Y ya empiezan a hacer lo mismo con los médicos, con los profesores no se atreverán porque son su herramienta ideológica, (los nacionalistas claro, los otros no cuentan, obviamente) con los conductores de autobuses del transporte público, etc. Pero eso sí, venderán que tienen unos servicios públicos baratos. ¡Y tanto! Si no pagan a los que los prestan… ¡nos ha jodido! Y a todo esto, seguro que si preguntas a la mayoría si quiere sanidad pública, aunque sea con las farmacias trabajando gratis, te dirá que sí. ¡Obviamente! Y seguramente si hay un referéndum sobre este asunto, sólo votarán en contra, los farmacéuticos que trabajan gratis. De modo que a los problemas tradicionales, se añade otro contra el que curiosamente tanto alertan los partidos: el populismo. ¡Populistas ellos, que son unos jetas!
3. Los partidos tienen una grave tacha de ilegitimidad, que es cómo compiten con los ciudadanos y con los demás partidos. Ellos no pagan el agua, no pagan la luz, tienen dinero público y reciben créditos blandos, créditos blandos que al no ser devueltos, se convierten en donaciones de los bancos, con el consiguiente perjuicio al sistema financiero. Aparte, mangonean en las cajas de ahorros hasta vaciarlas, con total impunidad. Y por la décima parte, una empresa se declara en situación concursal, el empresario va a la cárcel aunque sus deudas se deban a su vez a los impagos del sector público, etc. Hablad de democracia, cuando paguéis el agua, cuando paguéis la luz, cuando devolváis los créditos o cuando os embarguen las sedes por no pagar los préstamos. Hablad de democracia, cuando compitáis con los demás partidos en igualdad de condiciones y sin financiación pública.
4. Todo se reduce a ficción, se mantiene ahí por puro romanticismo, pero sin viabilidad real. Hay que tirar todo eso a la basura, no aguanta más.