El Doctorado es para masoquistas. Yo soy uno de esos... confundidos...
No hago el doctorado ni en Derecho, ni en la UNED, pero estoy en la misma situación.
La tesis en un año no la hace nadie. Sería, como dice el señor IUS, una chapuza demasiado manifiesta. Yo pensaba hacerla en tres y ya estoy en el cuarto (thanks god, ya estoy acabando pero pasarán algunos meses hasta que la defienda... burocracias varias...)
La tesis es un horror. Te pasas años trabajando sobre un tema y luego tienes que acabar por escribir un trabajo serio sobre ese tema... cuando ya no tienes ganas ni de seguir con el tema ni de nada parecido. Tantos años investigando, en la calle (si haces trabajo de campo en Sociología como un menda), en las bibliotecas, para acabar por perder el gusto por el tema. Y además, en el peor momento, cuando estás terminando. Pero, ¡oh!, una fuerza superior de hace seguir hasta el final: ¡el sueño de terminar de una p... vez!
Luego no hablemos de las consecuencias. Aquí hay diferencias con respecto a los sexos, y quien diga lo contrario miente. Si eres hombre, olvídate de conseguir tener una pareja, siquiera un poco estable. Si ya la tenías antes, intenta que sea comprensiva en todo momento e intenta manejar las crisis, que venir, vendrán. Forma parte del doctorado. Si no tienes pareja, ni sueñes con tenerla. No nos engañemos, ellas prefieren a alguien con estabilidad profesional y económica antes que a un simple becario (y eso si tienes beca, que ya es mucho pedir). Si eres mujer, no existen esos problemas, o al menos en la misma dimensión. Os aseguro que sé de lo que hablo.
Sigamos con las consecuencias. Pensemos en nuestra tía (sí la hermana de nuestro padre) y su hijo (el primo de nuestra edad) que ya tiene un trabajo estable en una empresa de la leche. Y tú, como un tonto, de "doctorando" haciendo ni se sabe qué. Y la tía preguntando, Navidad sí y Navidad también, que cuándo vas a ponerte a trabajar de una vez. Y otra vez la misma preguntita en la Semana Santa... y en el verano... y en el entierro del tio-abuelo Saturnino... Acabas temiendo a la tía. Antes de cada posible reunión familiar preguntas, ¿va a ir la tía? ¡No quieres ni verla! Tú que te estás dejando los cuernos currando en la calle, biblioteca..., comiendote el coco a todas horas, teniendo pesadillas por las noches, ¡y la tía erre que erre!
Y ahí no acaba todo... ¡Más preguntas! "¿Y despúes? ¿Qué vas a hacer?" "Joder, lo de la Universidad es chunguísimo". "No hay quien consiga una plaza". "Te vas a tirar hasta los 40 ganando 600 euros". "¿Cuándo vas a sentar la cabeza"... más preguntas. Y ni se te ocurra decirles que después te vas a hacer un "post-doctorado", aunque sea a los Estados Unidos. La tía seguirá con sus preguntas: "¿Cuándo vas a trabajar?" o, siendo más castizos, "¿Cuándo te vas a colocar?". Tú piensas para tí mismo: "Tía, esta noche mismo me coloco, me voy a pillar un cebollón de campeonato porque si no no sé qué va a ser de mí con tanta pregunta".
Pero algo bueno también tiene que tener, no todo es tan perjudicial: yo he hecho bastantes viajes yendo a coloquios, congresos y conferencias varias en España y en Europa. Además he hecho buenos amigos y, tal vez, futuros colegas de trabajo (para el día en que me coloque, según mi tía).
En fin, si hacéis el doctorado, enhorabuena, pero yo, si pudiera dar marcha atrás, escogería otra opción. Eso es lo que digo hoy. A lo mejor en unos meses cambio de idea.
Saludos.