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Autor Tema: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.  (Leído 1246 veces)

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Desconectado palangana

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Hola simple 22, creo que deberías poner unos ejemplos de esta temática que creo que es a la que te refieres, me parece que por ahí van los tiros. Unos ejemplos de los tuyos servirán, si es que te refieres a eso, para situarnos.

Los Manules de Derecho, y la realidad sociológica-histórica. Estas cosas a mí me parecen tan interesantes como, en principio abstractas. Estas cuestiones no se me dan a mí muy bien, la verdad. De hecho, creo que todos ntentamos contestar muy de manual.


Un saludo.

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Re: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.
« Respuesta #1 en: 10 de Mayo de 2010, 16:42:01 pm »
Dividiré mi respuesta en partes:

Parte I Justicia y contrapoderes.

Es un tema muy delicado… y para mí muy triste. Porque es triste, ver como unos pocos aprovechados nos arruinan una experiencia constitucional, que en verdad prometía ser feliz y ha terminado en tragedia, porque a mi modesto entender ya ha terminado en tragedia. Los agujeros son tremendos, los contrapoderes están muertos, la oposición no existe, el Gobierno sólo existe para cobrar el sueldo a precio de oro, la Justicia está prisionera del poder político, aunque algunos hacen todavía un desesperado esfuerzo de dignidad. El sistema autonómico es ruinoso y, la realidad es que hay un montón de personas que por el hecho de ser hispanohablantes vivimos nuestro drama en silencio: no tenemos partido, no tenemos democracia, no tenemos ley, las Instituciones no funcionan para defender nuestros derechos, sino contra nuestros derechos. Se nos dice que votemos a otros partidos y ahora se quieren ilegalizar a esos otros partidos. Ahora bien: “vota a otro partido” no es lo que dicen los manuales, sino que se cumpla la ley, que haya igualdad ante la ley y en la dignidad. (Y eso con el peor partido posible y con el ciudadano más estúpido posible). Más cosas: la Fiscalía y la acción popular: recuerdas Palangana que, el derecho penal no es cosa de que si yo te mato a ti, sea un problema entre tu mujer y yo. Los manuales no dicen que si yo te mato, es un problema que afecta a toda la comunidad, por cuanto que no sólo está en juego la reparación para con tu familia, sino el derecho a matar. Por eso, porque tu familia no me denuncie, eso no significa que yo tenga derecho a matar. No señor: yo no tengo derecho a matar, me denuncie o no tu familia. Y me denuncie o no tu familia, yo tendría que pasar las de Caín y nunca mejor dicho. Si tu familia no me denuncia, tendrá que hacerlo la Fiscalía, pero tú sabes en manos de quién está la Fiscalía. En este caso, somos personas corrientes, sin conexiones con poderosos, así que en principio, la Fiscalía me denunciará y se me caerá el pelo. Pero si yo fuera una persona poderosa, podría decirle a mi partido, que presionara a la Fiscalía y que ésta no me denunciara. (Eso no sale en los manuales). Y entonces, en teoría quedaría la acción popular, que es una acción pública. Pues bien: ahora quieren restringir la acción popular, de modo que sólo pueda ir contra mí si tu familia me denuncia o si el Fiscal al que yo he presionado a través de mi partido,  me denuncia.

Lo que quiero decir, es que no lo podemos confiar todo a que el poder es bueno, a que no va a abusar de nosotros, porque es bueno, que es lo que hace la CE 1978. Debemos afirmar por el contrario, que el mal está muy asentado, que la tentación de hacerlo es muy grande, más aún si se trata del poder. Y que la única forma de que éste sea bueno, es crear un contrapoder efectivo en el seno de la Justicia, de modo que unas ambiciones contrapesen las otras: (así por ejemplo opina Antonio García Trevijano, catedrático de Derecho Mercantil.

Es decir, que con el debe ser y el ser, no siempre van armonizados: debemos ser buenos porque es lo justo, pero en la práctica, los poderosos no son buenos porque estén inclinados a ser justos, sino porque cuando se pasan, alguien le para los pies, porque no les queda más remedio. Pero todos esos contrapoderes no fueron suficientemente previstos en la CE 1978, porque “no era necesario”, porque “el poder iba a ir siempre orientado al bien común”. De ser cierta esta premisa, no harían falta contrapoderes, pero ya hemos visto que no es así.
 
Próximo capítulo: el debe-ser jurídico, no es lo mismo que el debe-ser político. El debe-ser jurídico es cumplir la ley, el debe-ser político en nuestro caso es sacar de pobre, o por lo menos, no meternos en una trampa mortal: arreglar un problema práctico.
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Re: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.
« Respuesta #2 en: 10 de Mayo de 2010, 17:17:22 pm »
Capítulo II: el debe-ser jurídico, no es lo mismo que el debe-ser político. El debe-ser jurídico es cumplir la ley, el debe-ser político en nuestro caso es sacar de pobre, arreglar un problema práctico.


Todos sabemos que hay que cumplir la ley, que la esencia del Estado de Derecho es anteponer la ley a nuestras conveniencias, por doloroso que esto sea.

Pero cuando analizamos políticamente una cuestión, no hablamos de la legalidad, (que también) es obvio que hay que respetarla, es obvio que no venimos a derogar las leyes, sino a cumplirlas, etc.

Ahora bien, dicho esto, también conviene aclarar si políticamente nos conviene o no una cosa, si vendemos o no vendemos, si compramos o no compramos, si lo que nos ofrecen a cambio de un sacrificio grande es o no es un plato de lentejas, etc. Si lo que se presenta de una forma, es eso o no es eso, si hay otra perspectiva o no la hay, valorar las consecuencias, etc.

Porque como dice el Evangelio: “hay caminos que parecen derechos, pero que a su fin son caminos de muerte.” Porque “no hay nada oculto, que no se vuelva manifiesto.”

Voy a poner por ejemplo dos temas: homosexualidad, aborto e inmigración.

Jurídicamente son dos derechos, uno más limitado que el otro, que en ningún caso son absolutos.

Pero políticamente, es lo siguiente:

1.   El aborto masivo frena la natalidad.
2.   Mientras tanto, los musulmanes incrementan exponencialmente su población en España, gracias a la inmigración masiva y el aborto masivo de las españolas.
3.   Cuanto más musulmanes haya, más cerca estaremos de tener una teocracia islámica.
4.   Y cuanto más se parezca esto a una teocracia islámica, más cerca estaremos del fin de la democracia.
5.   Y llegará un momento al paso que van, que esto será una teocracia islámica, de la cual no sabemos si nos recuperaremos y de la democracia, no quedará piedra sobre piedra: ¿era esto lo que queríamos? Pues ese es el trasfondo, que un camino que parece derecho, a su fin es un camino de muerte.

Ante esto, el plan político correcto, debe ser:

1.   Limitar la inmigración ilegal, puesto que es ilegal.
2.   Que los inmigrantes legales sean bien tratados.
3.   Respetar la ley.
4.   Pero… denunciar cuál es el verdadero plan de toda esta invasión musulmana, y poner negro sobre blanco los peligros que nos acechan que no son pocos.

Es decir, mi postura es no quedarme en lo obvio, sino ir más allá de lo obvio, y opinar sobre ello. Desde mi punto de vista, tal y como suceden las cosas (no como deberían suceder), nos están ofreciendo un caballo de Troya. Aceptar o rechazar el caballo de Troya es una decisión política. Y a esta pregunta política, respondo políticamente NO.

¿Lo entiendes ahora, Palangana? No creas que me hace gracia lo que escribo: hay veces que cuando escribo esto, se me cae el alma a los pies, pero yo honestamente lo veo así. ¡Y bien que lo siento! ¡Y bien que me gustaría que las cosas fueran de otra manera!  En este caso, sacarnos de pobre sería "revertir el camino hacia una teocracia islámica" y hundirnos en la miseria sería seguir por este camino.
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Re: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.
« Respuesta #3 en: 10 de Mayo de 2010, 19:07:50 pm »
Corrijo: lo de los caminos derechos, no está en los evangelios, sino en el libro de proverbios. (Citaba de memoria).

Pero la frase sigue siendo igualmente apropiada.
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Desconectado palangana

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Re: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.
« Respuesta #4 en: 13 de Mayo de 2010, 19:39:03 pm »
No te relajes simple 22  :), estoy analizando todo esto que has puesto, pero te manejas mejor en estos menesteres y no quiero precipitarme, verme envuelto en algún matiz oculto  :)

Ya me pronunciaré. Me parece que tengo pillado muchas cosas.
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Re: Cuando no se distingue el Manual de la realidad sociológico-histórica.
« Respuesta #5 en: 13 de Mayo de 2010, 21:51:22 pm »
Siento ser duro, en ocasiones, al exponer lo que a mi juicio es la cruda realidad.

Tú, que me conoces, sabes que lo intento llevar con humor, pero una cosa es eso y otra, no ver lo que es y no decir lo que veo.

¡Que vengo siguiendo esto desde que Bacigalupo era juez!

Sí, sí, Bacigalupo. ¡¡Tú tienes la culpa de todo!!  ;D ;D
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