No, Palangana: ese es Peter Gotzsche.
Emilio Carrillo es un escritor polifacético: político, economista, pero sobre todo, un filósofo de la espiritualidad.
Explica un poco la inercia de las cosas, objetiva y subjetivamente. Lo objetivo sería el qué y lo subjetivo, el cómo se vive el qué.
Hemos llegado ya, al límite. Estamos en una sociedad irrespirable. Estamos en un laberinto de difícil y misteriosa salida, pero no por ello deja de tener su encanto. El encanto del misterio, el encanto de un reto difícil, titánico, hercúleo.
Es el director de la obra
consciencia y sociedad distópica, cuya lectura recomiendo a todo el mundo mediante el boca a boca, para salir de esta sociedad irrespirable.
Voy a poner unos extractos del libro:
El triunfo de la Bestia o Anticristo puede describirse como el éxito completo de la estrategia de dominio y manipulación de la humanidad. Por tanto constituye la victoria del círculo primero de las élites.
Ahora bien, coinciden igualmente esas tradiciones espirituales en asegurar que el triunfo del Anticristo no será sino el prolegómeno de un renacimiento, del surgimiento de una nueva humanidad, liberada ya de la inconsciencia, la esclavitud y el sufrimiento impuestos por el sistema. Será una nueva humanidad en una nueva Tierra. De ahí que los actuales amos del mundo lo sean solo provisionalmente.
¿Qué podemos hacer ante esta voracidad de la élite y su insaciable ansia de dominio? ¿Qué podemos hacer ante estos tiempos de desolación, la gran tribulación y el triunfo del Anticristo? La clave está en el Amor, explica Emilio Carrillo:
“La clave para desconectar del sistema imperante y abonar el terreno de lo nuevo, es el amor: empieza por amar a la élite y a todos sus integrantes. Sí, has leído bien: ¡se trata de amarlos! Todos los que conforman el entramado y manipulación de la humanidad, cada uno de los que componen sus diversos círculos (del primero al último), están, como tú y como todos, en su respectivo proceso consciencial y evolutivo, ¡y están en su derecho a experimentarlo! La creación es amor y el libre albedrío es fruto precisamente de ese amor.
Ellos utilizan mucho la expresión “rebaño dócil“, y consideran que estamos hechos para estar bajo su dominio, bajo su forma de concebir y manejar la vida. Lo que sienten por el ser humano es más bien desprecio. Si respondes a su desprecio con odio, les estarás haciendo el juego; estarás alimentando el ciclo de la dualidad y la confrontación, en que ellos se sienten cómodos, pues se corresponde con su frecuencia vibratoria. Así pues, ámalos precisamente porque no eres como ellos. Ten un corazón lo suficientemente grande como para darte cuenta de que ellos están en su proceso consciencial y de que en el momento consciencial en el que están ahora, no dan más de sí.
Darte cuenta de esto, no supone en absoluto, la justificación de sus actos, ni de la inacción, ni que te sometas a sus deseos. De ningún modo: ya es hora de que tomes consciencia de sus engaños y desconectes del sistema y la élite para, por fin, vivir realmente la vida. Pero no gastes ni una pizca de energía para luchar contra este viejo mundo. Céntrate y concentra tu consciencia y tu práctica diaria en crear la nueva realidad que brota de tu corazón. Hazlo desde la honda comprensión hacia los que impulsan el viejo mundo y la rueda incesante de los afanes egoicos. En cuanto al dolor que originan y causan a su alrededor a tantas personas, ten en cuenta que dicho dolor interacciona con la dinámica consciencial de estas personas y las experiencias que ellas mismas están generando y atrayendo en su discurrir evolutivo. Desde la mente jamás lo entenderás, sin embargo todo encaja. “