Hoy en día en los peritajes nos enfrentamos a el carácter multidisciplinar de las tareas.
Y no solamente a las técnicas me refiero cuando se trate de un peritaje, por ejemplo, de un peritaje químico.
El planteamiento del siguiente caso puede ser ilustrativo de ello donde se mezclan cuestiones psicológicas/psiquiátricas con la evaluación téc nica propiamente dicha.
Y sobre la conveniencia o no de limitar el peritaje, aún cuando se limite su supuesto efecto "clarificador"
Vamos allá con el supuesto.
Un perito químico (industrial) es contratado bajo la corta descripción del trabajo a realizar : Peritación.
Su objetivo principal consistirá, no obstante, en determinar la naturaleza y la fuente de ciertos olores detectados por el peticionario.
Recalcar que el puesto asignado del perito es explícitamente como perito de parte.
El peticionario está especialmente interesado en determinar la autoría de estos olores que atribuye a ciertas personas.
Como resultado de la peritación el perito lo que cree es :
El peticionario presenta síntomas claros de trastorno delirante del tipo persecutorio y los olores son provocados por el propio peticionario.
Bueno básicamente la conclusión es esa. Pero el perito químico no es psiquiatra, ni psicológo. Sin embargo su criterio es ese.
¿ Incurre en algún tipo de falta amonestable si considera que comunicar este hecho es importante tanto para el peticionario como para el entorno del cual depende ?
Es decir su intención, con título o sin él, quiere comunicar en su peritaje los extremos anteriores.