No se trata de que haya mala fé sino que a falta de acuerdo, y no
habiendo por medio un convenio regulador, una de las partes insta judicialmente que se adopten determinadas medidas en relación al menor. Es indiscutible que lo mejor siempre es el acuerdo entre los padres pero a falta de éste se hace imprescindible que sea el juez con la intervención siempre del Ministerio Fiscal quien decida qué es lo mejor en cada caso para los intereses del menor.
No tiene ningún sentido acusar de mala fe a nadie, lo que realmente importa es el bien del menor, y ahí está el gran fallo de los progenitores, que se dejan llevar más por sus diferencias con la otra parte que por lo que realmente es lo más conveniente para su hijo.
Mi larga experiencia en la administración de justicia, donde todas las semanas tengo algún juicio de familia, me dice que si los padres realmente buscan lo que es mejor para el menor, deben olvidarse de echarse culpas o pensar en si hay mala fe en el otro, lo importante es llegar a acuerdos y si no lo consiguen por sí mismos deberán ir a la vía judicial y que sea un juez quien determine lo más apropiado al caso.
También te diré que los jueces siempre recomiendan que los padres lleguen a acuerdos en beneficio del menor ya que como padres tendrían que ser los más interesados en que haya las mínimas fricciones y que el menor no sea una víctima, cosa que ocurre con frecuencia, de sus desacuerdos y en gran cantidad de casos de sus malas relaciones.
