La razón y el corazón no suelen ir a la par. Existen razones en pro de un sistema político republicano y también existen razones en favor de la Monarquía. Siempre las habrá. Unos y otros las defenderán con más ahinco. Y al tiempo, los primeros esgrimirán con vehemencia muchísimas razones en contra de la Jefatura monárquica. Por su parte, los segundos, los monárquicos, intentarán aducir con énfasis factores negativos del republicanismo.
Desde mi punto de vista, creo que en toda sociedad existen partidarios y detractores, como en todos los asuntos. Es por otra parte algo normal. No entiendo una sociedad en la que todos sus integrantes piensen del mismo modo. Ni mucho menos que estuvieran obligados a pensar por igual.
Pero en lo que tampoco estoy de acuerdo, y especialmente cuando hablamos de temas políticos, de la "res pública", es en la falta de rigor y de seriedad a la hora de enjuiciar cualquier cuestión. Pretender ensalzar los valores republicanos con la quema de fotografías de los Reyes me parece verdaderamente un insulto a la inteligencia; me parece claramente que el ser humano retrocede a años atrás (y no me refiero a la época franquista). No es serio. No es racional. No es propio de personas del Siglo XXI. Volvemos hacia atrás, volvemos a aquellos tiempos en que se quemaban libros porque decían algo distinto a lo que uno pensaba; volvemos a una época inquisitorial; regresamos a los efectos y consecuencias de la II República. Creo que ese no es el camino. Por encima de todo debe existir la educación, las formas y maneras, el diálogo sereno, el respeto a las mayorías. Y también y como no, el respeto a S.M. El Rey que, con la palabra, con el diálogo, con el razonamiento, ha conseguido para ESPAÑA la estabilidad y prosperidad de que disponemos, y el lugar que se merece en el concierto internacional.
TOMAS.