Esto me ha hecho descubrir el inmenso poder que tienen las tribus urbanas juveniles made in LOGSE, vamos: que son los que realmente mandan en España, especialmente en Cataluña. Siempre reciben la comprensión de las autoridades académicas, policiales, judiciales y políticas. Aunque hayan cometido las más deplorables fechorías.
Otro ejemplo: suspende un alumno de ingeniería en Barcelona. Bueno, pues en vez de pedir revisión y tal, en vez de expresar su discrepancia si es que la tenía por los cauces normales, llega al profesor y le dice: "puto español de m..., ¿con qué derecho habéis venido a ocuparnos y quién os habéis creído los españoles que sois para suspendernos?" Eso entre otras lindezas, amenazas, etc.
Entonces el profesor injuriado, vejado y amenazado, va al rector para que le abra un expediente.
Y el rector: "no, porque podría ser contraproducente, no sería bien entendido, son unos pobres incomprendidos, tal y tal..."
Y no sólo no le abre el expediente, sino que además, va el rector de la Autónoma de Barcelona y lo aprueba.
De este modo, los gamberros creen que tienen derecho a todo y encima se sienten cargados de razones. Los políticos creen que los pueden manejar, que ya se atemperarán, pero con esta actitud no hacen sino empeorar las cosas.