Lo mejor es este párrafo:
"El primero en poner el grito en el cielo fue Óscar Alzaga, exdiputado del ya difunto Partido Demócrata Popular y catedrático de Derecho. Era 1988 y Alzaga se lamentaba de no poder desarrollar su asignatura en la UNED con los libros de su elección. Denunció que el departamento le imponía libros de Átomo Ediciones, editorial de Antonio Torres del Moral (al que hace referencia el acrónimo ATM, de ahí el nombre de Átomo Ediciones), también catedrático de Derecho en la misma universidad. La editorial, ya extinguida, había publicado “diversos libros de texto para los alumnos de la UNED, casi todos del propio Torres", se leía en la demanda de Alzaga. En 1991, el Constitucional dio la razón a Alzaga y falló que por encima de los intereses editoriales estaba la libertad de cátedra".
Salvo error por mi parte, Alzaga era catedrático en Constitucional III y, el libro que acabó "impuesto", aunque eso sí, con la cláusula de libertad de uso de otros manuales, fue el de DERECHO POLÍTICO ESPAÑOL SEGÚN LA CONSTITUCIÓN DE 1978. II. DERECHOS FUNDAMENTALES Y ÓRGANOS DEL ESTADO, uno de cuyos autores es precisamente él...