Precisamente es lo que me apetece hoy, hablar sobre ello, aunque seguramente muchos pensarán que veo fantasmas, otros quizás pensarán que veo molinos de viento, terribles gigantes atacantes, pero no...es un mal real, al menos, potencial. Pero como es lo que me apetece, pues así procedo.
"Dos leyes parecen estar luchando hoy entre sí. Una es una ley de sangre y muerte que imagina sin cesar nuevos medios de destrucción y obliga a las naciones a estar constantemente preparadas para el campo de batalla. La otra es una ley de paz, de trabajo y de salud, que desarrolla nuevamente nuevos medios para librar al hombre de los males que le asedian" (Louis Pasteur, 1822-1895).
"El derecho es más precioso que la paz, y lucharemos por las cosas que más cerca han estado siempre de nuestro corazón; por la democracia, por el derecho de aquellos que se someten a la autoridad a tener voz en su propio gobierno, por los derechos y las libertades de las pequeñas naciones, por el dominio universal del derecho mediante un concierto de pueblos libres que traiga la paz y la seguridad a todas las naciones y dé al fin libertad al mundo" (Edmund Wilson, 1895-1972).
" Las altas partes contratantes declaran solemnemente, en nombre de sus respectivos pueblos, que condenan la apelación a la guerra para la solución de los conflictos internacionales y renuncian a ella como instrumentos de política nacional en sus relaciones recíprocas. Las altas partes contratantes convienen en que la solución de todas las disputas o conflictos de cualquier naturaleza u origen que puedan surgir entre ellos no será buscada sino por medios pacíficos" (Pacto Kellog Intenacional Antibélico)
"No hay camino para la paz, la paz es el camino" (Ghandi),
No crean que nos¡ estamos en guerra y, si no lo estamos, mucho no falta. Es una guerra distinta. ¿Ideológica? ¿Vírica? ¿Por el dominio de la información y la privacidad? ¿una guerra entre dos formas de entender el mundo?
Occidente, la democracia, está en crisis. Si la democracia y la forma de vida tal y como la entendemos cae, si los valores occidentales caen...habrá un primer disparo, la destrucción de todo.
Sólo la "lucha" por la democracia, por leyes legítimas, por la legalidad de la democracia occidental puede evitarlo. Y tiene que ser una "lucha" de paz, de ejercicio de los derechos, de la libertad y de la dignidad. Es histórico, repetido una y otra vez en la Historia de la Humanidad ¿por qué pensar que la actual crisis mundial es algo distinto, y que no nos encontramos ante un cambio de vida y de ciclo?. Ese cambio, no será a mejor, y corresponde hablar al pueblo. Para ello la democracia y la legalidad establece el camino en el ejercicio de los derechos. HABLAR, romper el miedo, reivindicar cumpliendo las leyes, no hay más carga de legitimidad que la voz legal de pueblo. Porque, si esto lo dejamos en manos de los Estados, será la caída de la democracia, la llegada de la tiranía y, con ellos, beligerancia y la destrucción.