Queridos colegas:
Vengo a contaros el desenlace de esta historia. (por si tenéis curiosidad, claro!!)
En primer lugar, mi amiga ha recibido los 45 dias. En realidad, ha sido un pulso, que ha marcado un hito en su vida. Por primera vez, se ha atrevido a pedir lo que cree que es justo, y la satisfacción personal y moral, es mucho mas gratificante que el dinero (aunque también, para que nos vamos a engañar...)
En segundo lugar, queria hacer hincapié en una cosa, que en un principio es insignificante y nadie la ha tenido en cuenta hasta ahora, pero que os puedo asegurar que a mi amiga le ha salvado la vida: LA CARTA DE DESPIDO.
Sí, parece de perogrullo, pero no lo es; a mi amiga no le dieron "oficialmente" la carta. Veréis: la empresa pretendía darle los 20 días y "puntopelota". Tenían mucha prisa porque firmara todo, y también el finiquito correspondiente. Le mandaron de RRHH la carta por duplicado, y se la firmaron, y se la entregaron en mano, pero la intención de sus jefes era que se archivara en una carpeta hasta que "estuviera de acuerdo y firmara". Es decir, no le dijeron que la cogiera, PERO TAMPOCO QUE NO LO HICIERA. Y como estaba firmada y a su nombre, pues la cogió. Simplemente. No cogió el certificado de empresa, con miras a que al dia siguiente se lo dieran, que era el dia del despido. Pero que ocurre: que al dia siguiente, ya no querian darle nada... Humilde y sumisamente, pidió la documentación para ir tramitando lo del INEM, que ya sabemos las colas que hay... pero no se la dieron, alegando que "y si luego no estás de acuerdo con la liquidación..."; humilde y sumisamente pidió una copia de su finiquito; al principio no se la quisieron dar, pero luego, mi amiga, de nuevo humilde y sumisamente le dijo que si se la habían dado al resto de sus compañeros, por qué a ella no... y se lo dieron. Y reitero lo de humilde y sumisamente, porque en este caso ha sido crucial. Porque ocurrió lo que ella quería: QUE LA SUBESTIMARAN. Y una vez que cogió la puerta, enarboló su carta de despido (esa maravilla olvidada) y empezó a tramitarlo todo... cuan varita mágica, le fue abriendo todas las puertas. Sin saberlo, solo presintiéndolo, tenía en su poder un arma mas poderosa que cualquier articulado legal, que cualquier ilícito. Una vez que estuvo fuera, solicitó ayuda y consejo de este foro maravilloso, así como de un abogado ejerciente, que es un "perro de presa". Siguiendo sus consejos (simplemente dejarse llevar, y no contestar el teléfono), les hizo dudar, les hizo creer/pensar/temer que algo estaba tramando, PERO NO SABÍAN EL QUE!! Eso era lo que más terror les causaba, visto el resultado.
El desenlace: A LOS TRES DIAS DE SILENCIO LLAMÓ UNA TERCERA PERSONA, QUE HA MEDIADO EN EL CONFLICTO, sabedora de lo que se les podia venir encima, y le dio la buena noticia: recibiría sus merecidos 45 días.
Con esta pequeña historia-fábula, os quiero también hacer llegar una cosa: es importante, muy importante conocer los entresijos legales, pero casi tan importante es tener picardía, y no tener miedo de usarla. Tampoco tener miedo a pedir lo que es nuestro, y que por derecho (nunca mejor dicho) nos pertenece. El no ya lo tenemos. Y como dicen en mi tierra, "el que no llora, no mama".
Gracias a todos por vuestra colaboración.
SENTENCIA: DESPIDO IMPROCEDENTE!!!
W.