A veces pienso que Génova 13 debe de estar ambientada en el Chicago de los años 30. Es alucinante lo de los dos grandes partidos, a ver si con la llegada de gente joven y con la pluralidad que ofrecen los medios digitales cambia esto un poco.
La política está cambiando, pero aún tenemos personajes como el presidente que aunque este bajo la sospecha de la corrupción en varios casos no dimite. Debería de darnos más vergüenza estar representados por alguien que envía mensajes a tesoreros con 50 millones en Suiza.