Lo primero es decir un POR FIN! Por fin podremos ver a los políticos en un cara a cara, que expresen con argumentos (eso esperamos todos), sus planes de gobierno. Pero dejénme mostrar mi escepticismo, por diversos motivos:
1. Me gustaría oír ideas, proyectos, y nada de insultos ni descalificaciones. Lo mal que lo ha hecho el otro en el gobierno o en la opsición no me interesa lo más mínimo, me interesa saber qué aportará cada uno.
2. Es curioso ver como unos aceptan debates solo cuando tienen algo que ganar, y poco que perder. Enfrentarse a un debate desde el gobierno es una tarea valiente. Y sí, mi crítica es directamente al PP en este aspecto, por ser ellos los que se han negado a debatir cuando las encuestas les venían de cara. Es un hecho 100% objetivo.
3. El formato del mal llamado debate es una tomadura de pelo. Es una pugna dialéctica con defectos de base. Está pactado todo, el tiempo, los temas... absolutamente todo. No sé por qué necesitan a un periodista como moderador: mi santa abuela podría irse ella misma con un cronómetro y dar la palabra a cada uno cuando le corresponde. El papel periodístico es nulo, y por tanto, las posibilidades de preguntas inconvenientes o incisivas desaparece.
4. Yo sigo pensando que España está lejos aún de un bipartidismo, pues los grupos nacionalistas son muy fuertes en sus respectivas comundiades, y hay otros como IU o UPD que pueden ser claves a la hora de pactar. Aunque esto no fuera así, y estos grupos menosres no existieran, exigiría que se procurase una representación más amplia, que se fomentase el trabajo de los grupos más pequeños. Pues a fin de cuentas la democracia se basa en la diversidad de opiniones y cosmovisiones.
El "debate" será interesante, pero que no nos lo disfracen de lo que no es. Desde EEUU nos vienen multitud de ejemplos de cosas que no queremos para nostros, pero hay que saber reconcoer lo positivo si tenemos algún afán de autocrítica: los debates allí son semanales, los periodistas le hacen todo tipo de preguntas mordaces, y el tono es realmente más distentido (quizá por la experiencia de debatir continuamente). Uno, dos debates... pueden ser uno o dos días malos de un buen candidato. Si hacemos de los debates una práctica habitual podremos ir a votar con conocimiento de causa, y dejar de recibir la información solo a traves de prensa, tv, radio, internet... donde el contenido es inevitablemente sesgado.
Cuánto se echa de menos en estos días un poco de sinceridad política...
Un saludo,
moralmentDESORDENADO
