Bueno, hay una gran desgracia de fondo, que es lo que hace que existan diferencias sociales: el manoseo sucio de la educación en manos de los poderes públicos y, particularmente, de las taifas.
Recuerda lo que dijo Erasmo: "quien maleduca a un príncipe, es como aquel que envenena el pozo del que bebemos todos." Los envenenadores de pozos de las taifas son los que han degradado la educación, con mitologías tales como que la religión es una enfermedad, que el empresario es un monstruo o que, los ciudadanos autóctonos deben tener por ese sólo hecho, más derechos que los ciudadanos emigrantes.
En realidad no quieren ciudadanos preparados e informados, que por lo tanto, puedan progresar mediante sus propios méritos. De entrada una fiscalidad abusiva y confiscatoria, hace que la inmensa mayoría de los ciudadanos sólo puedan pensar en su subsistencia, lo que hace extremadamente difícil un proyecto para prosperar por sus méritos, ante ello opera el mecanismo sustitutivo de la corrupción como casi única forma de ascenso social, lo que hace que la gente busque prosperar no por sus méritos, sino mediante la afiliación a partidos o sindicatos y, en el caso de las taifas, mediante el acceso a la función pública y posterior ascenso, a base de abrazar el credo nacionalista. Lo que hace que el funcionariado sea en un 99% catalanohablante, cuando en el total de la población, a lo mejor no llega al 30%. Esto recuerda épocas pasadas, en las que se bloqueaban los ascensos en el Ejército por el mero hecho de ser católico o judío.
Pero esto es fruto de la sustitución de la hispanidad, por el humanismo del orgullo, la meritocracia por el clasismo, (ya sea sólo partidista o además, étnico) y la seguridad jurídica por la arbitrariedad. Y eso contamina todo: tanto arriba como abajo, desde la corona hasta el más insignificante niño de cuatro años, pasando obviamente por las altas magistraturas como Supremo y Constitucional. No olvidemos que la ingeniería jurídica, se ha puesto al servicio de la ingeniería social, que es lo que está viciando todo.
Si algún día puedes, matricúlate de Sociología por la UNED, que a sus muchos méritos se le añade el de tener probablemente al mejor sociólogo de España: José Félix Tezanos. Él te lo podrá explicar mucho mejor que yo. Yo podría explicar con más detalle esto, pero podría ser mortal de necesidad, por eso he preferido resumirlo. Pero te lo digo en serio: analiza más detenidamente las leyes y encontrarás ahí una pista. El resto es mucho más complicado.