Palangana y Juaniz:
Mis antecedentes penales me incumben solamente a mi, y para declararse insumiso y negarse a acatar una ley de prestacion social sustitutiva que a todas luces era una aberración (por mucho aval del TC que tuviera) primero hay que ser objetor. La objeción es una postura ideológica (que además nos obligaban a declararla, otro derecho a la caca, pues el expediente pasaba por un juez, por los menos al principio, después no sé si se modificó) y la insumisión era una postura circunstancial, y aún asi, formaba parte de la objeción (que no olvidemos que es la postura de negarse a cumplir una norma injusta por motivos de conciencia).
Como desapareció, decir ahora si he tenido problemas con la justicia o no, no es tema del foro. La ideologia se mantiene (y se guarda en archivos a buen recaudo y sin saber que fin le darán en el futuro), pero los delitos prescriben y los antecedentes se eliminan.
Todo español tiene el deber de defender a España y bla bla bla... pero ya de entrada eran solo los españoles, no las españolas (primera kaka), y a partir de ahí, ejerciendo el derecho a la objección, también recogido en la CE, contábamos ya con la presunción de estafadores, mentirosos y escaqueadores, y nos colocan una ley que casi duplicaba el tiempo de servicio... El sistema se caía por si mismo... por eso existió la insumisión, porque se pasaron por el arco derechos tan importantes como la no discriminación por razón de SEXO, ni de IDEOLOGIA... el trato igual ante la ley, la no obligación de declarar sobre la ideología o la fe practicada, etc... La insumisión por lo menos estuvo dando por ahí mismo al sistema. Se hizo lo que se pudo. Y discutir ahora algo que por fín desapareció, como distracción no está mal, pero no sirve para nada.
Ahora bien, más delincuente es ese señor borracho de poder (y de vino, no lo olvidemos) que por salir en las fotos de Azores embarcó a un ejercito en una guerra que exclusivamente se provocó por los intereses económicos de las potencias mundiales (petroleo y armas), que un insumiso que se negaba a acatar una ley injusta y que lo que pedía era igualdad.
Y el objetor que hizo la prestación... seguro que fueron mucho más útiles a la sociedad, trabajando en Cruz Roja, en áreas sociales de atención a la infancia y a la tercera edad, ludotecas de cárceles femeninas... que los pobrecitos que han tenido que ir a buscar armas inexistentes a miles de kilometros de sus familias, para gastar un poco de material militar y que se muevan las cuentas corrientes.
Podríamos discutir eternamente si la "patria" mantiene ese "orden social" por motivos de beneficio ciudadano, o por simple ejercicio del poder de unos pocos, pero igualmente sería una discusión interminable y nadie cambiaría su ideología. Yo sigo pensando que no hace lo que debe por sus ciudadanos, preocupándose de cosas que ni nos van ni nos vienen, pero que cuestan un dineral. Y mientras tanto, cinco millones de parados, operaciones hospitalarias que no terminan de quitar las larguísimas listas de espera, ancianos desatendidos porque no hay suficientes plazas concertadas en residencias, una educación escolar pésima, dificilísimo acceso a una vivienda digna, una justicia que no es que sea lenta, es eternizante... eso si, aquellos sectores donde hay beneficio para empresas a través de dinero público, no paran de trabajar y de crear infraestructuras, servicios y demás, la mayoria de las veces inútiles (como el cine español, por ejemplo), pero con el único fin de mantener determinadas empresas con resultados empresariales saneados...
Nunca lo veremos igual, Juaniz. Ese orden social que tu dices que está para darme derechos, lo que hace es reconocer derechos que son mios, pero que se los pasa por el forro siempre que puede (como hacía la ley de objeción). Es decir, que para lo que sirve ese orden es para limitarme los derechos cuando le crean peligro, imponiéndome el cómo ejerzo esos derechos según su conveniencia, no la conveniencia social.
Y no olvidemos que el ejército (Franco, los del 23-F que lo intentaron, y otro montón más a nivel internacional), en las más de las ocasiones, es el que ha intervenido para limitar (o suprimir) esos derechos que son inherentes a la condición humana... pues ellos tienen el poder de las armas, y por tanto, el de la vida y la muerte según su propio criterio (que pena de muerte de Pinochet fuera de una carcel...)
Pero la utopía la vemos igual de clara los dos, y eso, al fin y al cabo, es porque la mayoria vive bajo unos pocos, y los dos sabemos que esos pocos son capaces de grandes atrocidades, poniendo por delante la carne de cañón...