Desde la lógica buenista de lo deseable se dice:
1. Que la universidad es un punto de encuentro entre las creencias, de difusión de las mismas, de debate y de cultura.
2. Que en consecuencia, en este tipo de recintos, sobra, sobre todas las cosas el gamberrismo, el botellón, la violencia, etc.
Pero en la práctica se ha convertido en:
1. Punto de encuentro de gamberros, totalitarios, batasunos, etc. jaleados abiertamente por las autoridades, y de los que se sirven las ideologías predominantes, para aplastar toda disidencia.
2. Lejos de ser un centro de debate y de difusión cultural, se ha convertido en un centro de botellón, donde la gente que quiere enseñar y aprender no tiene más futuro que el de soportar la violencia de los que para nada quieren aprender, ni quieren que se difunda la cultura.
3. Y desde este punto de vista, tiene tanto sentido difundir la cultura ahí, como en un manicomio.
La lógica del absurdo y no tan absurdo, porque hay que partir de la realidad, no de lo que nos gustaría que fuera.
Y siendo así las cosas, lo que sobra claramente es lo que bajo la expresión "universidad" oculta su verdadera naturaleza (manicomio o recinto alternativo para la delincuencia y la criminalidad).
Y no voy a decir que sobran estos centros alternativos de delincuencia y criminalidad, porque es obvio, porque al Gobierno le interesa fomentar este tipo de gamberrismo subvencionado y no le interesa que se difunda la cultura, que se den conferencias, ni que el debate de ideas actúe como el motor del progreso que siempre ha sido. No puedo conceder al Gobierno el beneficio de la duda, no puedo decir que no entiendo su actuación, porque la entiendo perfectamente: no buscan el bien común, sino el provecho propio. Y si el provecho propio es a costa del bien común, obviamente sacrificarán lo segundo. Es la tendencia natural del ser humano... y como dice Federico: "es que son así."
