Esa es la sensación que me causan quienes dirigen el concierto internacional de nuestros días y se nos presentan con sonrisa, traje y corbata como máximos exponentes de la libertad, los derechos humanos y la democracia. No son sino unos auténticos bandoleros y cuatreros al servicio del capital, de la banca, y el bolsillo propio, mafiosos saqueadores de la ajeno y usurpadores de las fuentes de riqueza y la soberanía de los Estados, todo ello con la cooperación y complicidad de Naciones Unidas, la UE y el infame y abominable Consejo de Seguridad.
Serpientes y cocodrilos, otros hienas, y otros titeres, bufones y palmeros, que provocan inestabilidad de Estados soberanos, para luego dar una capita de pintura legal a algo que es a todas luces ilegítimo, y que no tiene otro fin que acabar con un país llamado Libia que hace tiempo les toca las narices, como antes ocurrió en Irak y Afganistán. Pues sí, no vean bondad y solidaridad, donde no hay más que intereses bastardos; dijo Marx que los factores económicos determinan los hechos de la Historia. Mucho antes dijo un tal Plautio y Hobbes que "homini lopus homini", el hombre es un lobo para el hombre; pues a mi entender ya es gana de insultar a los lobos !!
Y al asco que se me causan unos se le añade la pena, no ya el asombro que no me causan, de los titereres, palmeros y bufones, tal es el caso de España e Italia. A Aznar en su día le premetieron una serie de privelegios internacionales y "grandes beneficios" (eso llegó a decir textualmente en el Congreso intentanto justificar la palmaria falsedad de lo de Irak)...¿y a ti, Rodriguez Zapatero, qué te han prometido ese cocodrilo con forma de serpiente llamado EEUU, y esas hienas llamadas Francia y Reino Unido?. Que asco, que asco y que pena !!, cuántos muertos habrá, cuantas viviendas e infraestructuras destrozadas, cuántas familias se destrozarán, todo para que cuatro grandes empresas se lucren en la reconstrucción y anular a un Estado soberano con el único fin de quedarse con el gas natural, el petróleo y sus fuentes de riqueza.
Pues eso, bichos, titeres, bofones y palmeros. Un saludo.
Saludos cordiales.
Bueno ya me han quitado la escayoa y voy a entrar al trapo y a debatir tu postura plasmada en el texto inicial y aprovecho para contestar a otros foreros tan amantes de una versión de la historia basada en que los malvados occidentales con los EEUU a la cabeza son los explotadores del mundo.
Después de leer atentamente tu escrito haces tuyo el típico planteamiento marxista de análisis de la historia basada en el discurso victimista de explotadores y explotados – en este caso sustituyes a los trabajadores por los pobrecitos ciudadanos del tercer mundo sobre explotados y tiranizados por una conspiración a tres bandas; EEUU, UE y el Consejo de Naciones Unidas.
A la vez efectúas una crítica al sistema actual en el que vivimos, Estado de Derecho, con mercados libres que respetan la libertad de la persona, la banca, el malvado capital, etc, y demás historias propias del marxismo científico.
Se nota que tienes lecturas de Marx y lógicamente si te crees sus postulados – que son atractivos por su enorme sencillez y falsedad es lógico dicho planteamiento.
El materialismo histórico es fruto de los trabajos de Marx cuyo fundamento es que la historia es una lucha de clases como único motor de la historia, es un pensamiento que predomina no ya solo en textos de bachillerato – así nos va – sino en la universidad y en buena parte de la intelectualidad que no han asimilado el derrumbe de dicha ideología plasmada con la caída del Muro de Berlín.
Para poder hacer tragar la pildorita de dicha versión antihistórica lógicamente hay que falsear la historia y se omiten las situaciones más denigrantes que la izquierda ha generado en nuestra sociedad. Es una versión histórica que todo lo basa en el conflicto entre explotadores y explotados y que la disyuntiva dictadura – democracia pasa a un segundo nivel en beneficio del conflicto clasista y justifica todas las dictaduras de izquierdas en aras de la lucha de clases.
El mercado – la libertad de empresa y la libertad económica – es identificado por la izquierda reaccionaria como el responsable de la explotación de la mayoría, y por tanto un sistema inmoral de origen, esto es, el liberalismo político de economía de mercado y no digamos ya el neoliberalismo que es identificado como el origen de todos los males: colonialismo, el imperialismo, los procesos revolucionarios internacionales ( que se justifican como algo lógico y moral ante dichas injusticias), las crisis económicas entreguerras, el fascismo, el nazismo, la guerra fría, la situación del tercer mundo... todo se culpa al libre mercado y la sociedad capitalista.
Dijo ya hace años Goebbels que si repites una mentira mil veces acaba siendo percibida como una realidad. Los males anteriores son fruto de los nacionalismos, el militarismo, comunismo y su posterior reacción fascista, que son todo lo contrario y enemigos acérrimos del liberalismo político y económico que supone todo lo contrario a lo anterior, esto es, el respeto al comercio pacífico, libre y el imperio de la ley bajo el Estado de Derecho.
El nivel de vida que hoy en día disfrutamos, los derechos sociales, las libertades económicas son fruto del neoliberalismo y de la libertad de mercado que nos han otorgado cotas impensables de bienestar y no el comunismo ni las visiones planificadoras tradicionales. Se suele omitir siempre que fueron las sociedades liberales las primeras en introducir en el periodo comprendido entre 1850 y 1914 los derechos políticos y laborales, esos mismos derechos que fueron barridos posteriormente en los países socialistas.
Ya hace años que el economista Eugen Bohm – Bawerk, profesor de economía entre otros de Schumpeter, desmontó científicamente las teorías marxistas sobre todo el concepto de plusvalía como incremento ilegítimo del beneficio del empresario, todavía hay gente que asocia el lícito beneficio empresarial como un menosprecio o algo que se la ha “robado” al trabajador.
Otro argumento habitual es asociar el imperialismo europeo del s. XIX y principios del s. XX al mercado, otra vez la historia enseña que fue la ausencia de mercados libres y sí los mercados y sociedades proteccionistas lo que influyó de forma clara en los movimientos colonialistas.
Karl Marx odiaba sobre todo a los socialdemócratas que intentaron evolucionar con el capitalismo y en contra de todas sus tesis el comunismo como tal triunfó en una sociedad rural como la Rusia Zarista y fracasó de forma rotunda en las sociedades industriales como GB, Francia, Alemania, donde el nivel de vida de los obreros en el s.XX subió espectacularmente.
En Rusia triunfó la primera ideología totalitaria de la historia, con antecedentes de genocidio y de uso de gas para exterminar a parte de su población incluso antes que lo hiciera Hitler. Hace poco pude leer un libro de texto de bachiller que trataba con 5 líneas el terror rojo y lo igualaba a las persecuciones de comunistas del senador MacArthur en EEUU.
Las izquierdas habitualmente reniegan de sus orígenes totalitarios y en muchos intelectuales y libros de historia se evita comparar a Hitler con Stalin, pero los hechos son inconfundibles, entre ambos hubo una correspondencia en casi todo e incluso en sus medios genocidas.
El partido nazi aplicó muchas medidas económicas socialistas o comunistas y preconizadas por Marx en su Manifiesto Comunista, aunque hoy en día se intenta asociar al régimen nazi con el sistema capitalista, cuando Hitler menospreciaba y adoptó medidas anticapitalistas, toda su economía preguerra y durante la guerra fue una oda a la economía planificada.
Puede ser que toda esta percepción sobre la ideología comunista venga de que los comunistas no han tenido su Nuremberg, pero incluso hoy en día hay gente que se escandalizaría de tener una camiseta o una gorra con la foto de Himler o Eichmann y sin embargo nadie se inmuta de fotos del Che Guevara.
La deformación propagandista continúa con la evitación de equiparar la guerra fría como una lucha entre democracia y dictaduras, así evitamos el tener que sacar a la palestra el carácter tiránico del comunista.
La propaganda comunista evita enfrentarse a hechos como que en la década de 1980 – 1990 casi todas las víctimas de hambre en el mundo se situaban en África y en particular en regímenes provistos de un régimen marxista: Etiopía, Madagascar, Angola, Mozambique, y que en muchos de ellos se combina comunismo con islamismo radical – recordemos episodios de lapidaciones de mujeres – Siguen en lo de siempre en asociar las penurias de África con las secuelas de la colonización occidental y que seguimos explotando a los pobrecitos habitantes del Tercer Mundo en aras de incrementar la teoría de la victimización, esto es, adjudicar la culpa siempre a terceros.
La mayoría de los países africanos adoptan posturas marxistas copiadas de china y de la antigua URSS, con un desvergonzado saqueo de sus recursos internos por sus mandatarios locales o nacionales – recordemos que Arafat era una de las mayores fortunas del mundo antes de morir –, sus guerras tribales, guerras de religión, las exterminaciones étnicas, racismo intertribal, son las causas de la caída del Tercer Mundo – que hoy en día se sitúa en África –, de su empobrecimiento galopante y no las sociedades Occidentales.
África ha recibido el equivalente a varios planes Marshall y entre 1960 y 2000, 4 veces más créditos – no devueltos – y ayudas per CAPITA que Asia, tampoco se explica porqué Asia despega y África no.
El neoliberalismo ha reducido la pobreza y el hambre en el mundo de forma increíble respecto a los últimos siglos, el progreso de la India y China ha sido espectacular y 300 millones de personas han abandonado el umbral de pobreza absoluta, y si lo han logrado ha sido aplicando recetas económicas de libertad de mercado y no marxistas o socialistas.
Esta lógicamente es una opinión sujeta a debate.