R10: Testigo falso y pagado por la mafia que se sostiene sobre el escarnio que supone que Zougam esté en la cárcel por un delito que no cometió. (En adelante y para abreviar, la mafia).
J70: Testigo falso y pagado por la mafia.
Y con estos antecedentes, pues obviamente se veía venir que el tercero, C65también sería falso y pagado por la mafia.
¿Qué tenemos, Watson?
Tenemos:
1. Una policía del entorno de la mafia de Rubalcaba que falseó pruebas y a veces, groseramente, tanto que incluso lo pudimos ver por televisión.
2. Un juez condecorado por la mafia, unos Fiscales todos ellos ascendidos por la mafia que dictaron la sentencia que convenía a la mafia.
3. Y tres testigos falsos.
Paso ahora a narrar la peripecia de C65.
1. Dio tres versiones distintas de los hechos.
2. Dijo que sujetó a un cadáver en el quinto vagón, cuando en ese vagón ni hubo muertos, ni heridos graves: quiso el destino que se inventase que estuvo precisamente en ese vagón, porque así su mentira ha sido fácilmente puesta en evidencia.
3. Y en el capítulo de compensaciones económicas, no sólo recibió un dinero y unos papeles de nacionalidad española que en modo alguno merece, sino que ella y su marido obtuvieron trabajo de un corruptor de jueces del entorno de Rubalcaba: el que pagó la cacería de Bermejo, Garzón y la mano derecha de Rubalcaba, el comisario González, por un caso Gürtel, donde si bien es cierto que hay muchas corrupciones, la que se lleva la palma con creces es la de Garzón y la mafia de Rubalcaba.
Lo dicho: tres de tres testigos falsos y a Rubalcaba se le está atragantando más la victoria con olor a almendra amarga, que la ya de por sí dolorosa derrota electoral. Sorprende en este sentido que un electorado socialista, que se le supone sensibilizado por los suplicios de los débiles, se solidarice con los que han perpetrado esta monstruosidad, que con el débil y cabeza de moro Zougam, víctima de los abusos de los poderosos a los que ellos SÍ defienden.
Firmado: el exorcista.
