No hay que extrañarse de este tipo de episodios si tenemos en cuenta que el Flagelador de Vallecas abogaba no hace mucho por “hacer política masculina, con cojones, ya que la clave del poder debe estar en nuestras pelotas”…
En otro tiempo, pasado, el personaje y su partido podrían dar para todo tipo de comentarios de contenido político sobre sus tics totalitarios, machistas, populistas, camaleónicos, etc.; pero a estas alturas de la película solamente nos sirven para el cachondeo.
Por otra parte, y como ya he comentado en ocasiones anteriores, el sujeto en cuestión no tiene media guantá y sus correligionarios lo mismo.