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Autor Tema: Aclaración básica contra la propaganda antifranquista.  (Leído 1107 veces)

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Aclaración básica contra la propaganda antifranquista.
« en: 29 de Octubre de 2019, 09:45:58 am »
La propaganda antifranquista busca, mediante exageraciones grotescas, despertar la compasión por los vencidos, por haber sido vencidos, como víctimas de los vencedores de la Guerra Civil y el odio por los vencedores, por el hecho de serlo, soslayando así las siguientes cuestiones. Pretende decir que, el bando nacional, además de sublevarse ilegítimamente contra una democracia, (sic) llevó a cabo un exterminio atroz contra los vencidos, por el sólo hecho de profesar una ideología diferente y haber sido vencidos. Esta propaganda, subvencionada, a diferencia de la tesis contraria, pretende imponerse coactivamente, mediante ley, sancionando como apología del crimen o exaltación del genocidio, toda tesis contraria, por documentada que ésta sea. Pretende establecerse una única versión de la historia, explotando así, mediante un enfoque victimista, la compasión que dicen, deberían suscitar los vencidos, por el sólo hecho de haberlo sido. Sin embargo, la mayor, menor o nula compasión que despierten los vencidos de la Guerra Civil, por el hecho de haber sido vencidos, no puede ocultar los siguientes asuntos:

1. La responsabilidad de los vencidos en el clima de caos que se produjo en 1931-1933, que comenzó con la quema de Iglesias y finalizó con la masacre de Casas Viejas, y entre medias, una Constitución excluyente y abiertamente anticatólica, atentados anarquistas, sublevaciones anarquistas y la sanjurjada, que fue una broma al lado de todo esto y a la que nadie se sumó.
2. La responsabilidad de los vencidos en la guerra civil durante el periodo 1934-1936 por lo siguiente:
a. Liquidación en el PSOE de la corriente socialdemócrata, moderada, encabezada por Besteiro, que habría podido estabilizar la república alternándose en el poder con la CEDA o los radicales, (sólo de nombre, en realidad moderados) de Lerroux.
b. Sublevación de 1934, por no aceptar los resultados electorales de 1933, generando un clima de Guerra Civil, con efectos devastadores en Asturias. Una Guerra Civil que sólo fue evitada o aplazada temporalmente por el aplastamiento de la rebelión.
c. Responsabilidad de Alcalá Zamora por haber boicoteado un Gobierno, el de Lerroux, que podría haber enderezado las cosas, reformado la Constitución para que cupieran todas las tendencias sin que nadie, ni siquiera los católicos, fueran discriminados o excluidos. Se convocaron unas elecciones, donde, aparte del fraude cuantitativo que es lo de menos, el clima creado por el Frente Popular, era de Guerra Civil, ya que amenazaba con una Justicia que ajusticiara de la manera más atroz posible, a los que habían defendido la legalidad republicana. (Como pudo comprobar el defensor de Oviedo, general López Ochoa, al que sacaron del hospital, para asesinarlo con escalofriante crueldad).
d. El fraude no ya cuantitativo que es lo de menos, sino el cualitativo, de someter a coacciones intolerables a los que llevaban a cabo el recuento, que fue interrumpido a punta de pistola y que nunca finalizó.
e. El sectarismo con el que se manejó la Comisión de Actas, revisando las actas de los adversarios y confirmando la de los del Frente Popular. Ese sectarismo se lo tenemos que agradecer una vez más a Largo Caballero e Indalecio Prieto.
f. La ola de asesinatos selectivos donde los socialistas se llevaron la palma como protagonistas activos, que finalizó con el asesinato de Calvo Sotelo por los escoltas de Indalecio Prieto.
g. La más atroz persecución religiosa padecida nunca por los católicos. Y eso, es increíble: mientras los obispos de hoy en día callan miserablemente, lo dice alguien creyente, pero no católico ni clerical, pero que sostiene que los católicos tienen derecho a existir, aunque los propios católicos parezcan olvidarlo o pretendan renunciar a él.
3. Que la represión de postguerra fue dura, tuvo episodios monstruosos como las 13 rosas o la condena a Besteiro, pero que fue de largo la más leve del mundo occidental e infinitamente más leve que las represiones del bloque socialista soviético.
4. Que Franco nos libró de la II Guerrea Mundial y de una dictadura infinitamente más atroz, como habría sido una dictadura socialista soviética, que además dado el carácter antiespañol del Frente Popular, habría troceado España con ayuda de los separatistas catalanistas y vasquistas.
5. Que la prosperidad de los años 60, unida a la reconciliación ya alcanzada en los años 40 y 50, la paz y estabilidad política alcanzadas y la potente clase media resultante de esa prosperidad, sentaron las bases para que a la muerte de Franco, desde el régimen y no contra el régimen, se pilotara la Transición a la democracia. Una democracia que se la debemos al régimen y que los antifranquistas pretenden destruir.

Se podría seguir con muchos más argumentos favorables al régimen y contrarios a sus detractores, pero aunque en esos argumentos haya igualmente mucha verdad, sería excesivamente farragoso y tantos detalles podrían complicar la comprensión básica del asunto.

La madurez, el talento y la sabiduría no tienen ni edad, ni sexo, ni jerarquía.