Resulta que en Italia tienen un problema: gastan en sus viejecitos, sus parados, sus enfermos, sus funcionarios, etc, etc, etc.... mucho más de lo que recaudan en impuestos.
Por otro lado, los que prestaban la pasta necesaria para cubrir ese "desarreglo," empiezan a tener la mosca detrás de la oreja y se niegan a prestar más. Los pocos que se arriesgan, piden cada vez más intereses a cambio.
¿Y cual es el diagnóstico de nuestra izquierda más clásica?
El genio de IU se despacha con el otro genio de la administración italiana, Berlusconi y declara: "Saturno se come a sus hijos," según él, el nuevo enemigo del pueblo "los mercados" se come a sus propios hijos.
Mientras, el futuro presidente de España (utilizo palabras del otro candidato al puesto) nos explicaba esta semana como piensa gestionar el país para que no nos pase lo mismo. Un ejemplo, sus argumentos en defensa de las Diputaciones: "Solo suponen un gasto de 3.000 millones de euros"
Ufff.