Zapatero ha sido en cierta forma un benefactor, materialmente nos ha destrozado, nos ha hecho polvo, ha sido una calamidad. Sí, todo eso de acuerdo: pero de las grandes desgracias vienen los retos, de los retos, si se sale, surgen grandes oportunidades y de esas oportunidades, vienen la prosperidad y la Justicia social.
Zapatero ha arrojado luz, ha logrado despertar a mucha gente, sacarla de esa falsa euforia, de ese optimismo suicida que venía a decir que el sistema constitucional podía regenerarse, enmendarse, etc. pero que vivía en el mejor de los mundos.
Por eso gana elecciones, porque en ese optimismo suicida, de cerrar filas en torno al Rey y al régimen constitucional que hay en muchos españoles, ahí hay mucho de Zapatero.
Mucha gente no puede asimilar el fracaso de la Constitución, ¿por qué? Porque en el libro del parvulario todo era muy bonito, es lógico: una buena dosis de propaganda oficial y Walt Disney hace el resto.
Y en esa propaganda, los socialistas defendían a los pobres, IU defendía la igualdad, la Constitución era maravillosa, Zapatero muy simpático, el Rey muy campechano, todo eso muy bien.
Pero luego vinieron los lobbys confederados, los grupos multimedia, los jueces a dedo, los blindajes y las cosas fueron distintas. Los héroes del cuento en realidad eran unos déspotas y unos sinvergüenzas, que aprovecharon a conciencia los agujeros de la Constituciónl, abusaron de su poder e impusieron la injusticia del fuerte.
Pero nadie dijo que esto iba a ser justo.