Lili y Maite: muchas gracias por vuestro apoyo y por no rebajaros en vuestros comentarios al nivel tan lamentable del discurso político.
Como dice Lili, ojalá que pronto se empiece a trabajar en la repoblación. Las especies autóctonas, salvo desastre, pronto irán naciendo naturalmente (el romero, el tomillo, la jara y, más despacio, las sabinas y las encinas). Otras deberán ser objeto de trabajos exhaustivos (los pinos).
Llevas razón, Maite. Cuando nos pilla de lejos, muchas veces no lo sentimos como propio. A mi también me ha pasado. Ahora que me ha pillado en mi propia tierra, que la siento como algo tan propio como mi vida, pues se siente con más dolor. De todos modos, el desastre es impresionante, haya sido donde haya sido.
Por último, y pasando dignamente por encima del penoso debate político, quiero hacer una llamada desesperada por la España abandonada, la de Teruel, Soria, Guadalajara, Segovia, Ávila, Zamora, Palencia y Huesca especialmente. No podemos seguir permitiendo que una parte tan grande de nuestro territorio esté ya muerta o agonizando por abandono, porque no vive nadie ni hay oportunidades de seguir viviendo. Ojalá que este desgraciado incendio haya al menos servido para traer a colación el que es, para mí, uno de los principales problemas de este país, y del que nadie ha hablado hasta ahora.
Saludos.