EN su 'Arte Poética', Horacio censuraba a los escritores que anunciaban con pompa y boato que iban a discurrir una gran obra, y luego les salía un libro irrelevante. «Se ponen de parto los montes y nace un ridículo ratón», fue la frase que ideó el poeta latino para describir esa contradicción. La sentencia adquirió la categoría de cita célebre y, con esos galones, ha llegado hasta nuestros días. Su significado actual no está circunscrito al mundillo de las letras. Equivaldría al refrán 'Mucho ruido y pocas nueces'. Se emplea cuando hay una gran expectación y luego todo queda en una cosita menor, valga la redundancia.
Pegado de "ideal digital"