La historia inicial de Fócida sigue siendo una etapa absolutamente insondable. Durante la invasión persa del 480 adC los foceos o focences, se unieron, en un principio, a los griegos en la defensa nacional de su territorio, pero, en la batalla de Termópilas, debido a su conducta fluctuante perdieron esa posición helénica. Posteriormente, en la batalla de Platea, se aliaron a las fuerzas persas de Mardonio.
En 457 adC los foceos en una tentativa de aumentar su influencia marítima en el Cefiso, de los dorios, obligó al ejército espartano a invadirlos, para defender la integridad doria.
En el año 448 adC emprendieron una acción bélica similar contra Delfos que resultó frustrada, otra vez gracias a la intervención de Esparta. Sin embargo, más tarde, los foceos recapturaron el santuario del Oráculo de Delfos,con la ayuda de los atenienses, con quienes se habían aliado en el 454. La declinación posterior del poderío terrestre ateniense tuvo el efecto de debilitar esta nueva unión. Durante la guerra del Peloponeso, Fócida fue nominalmente un aliado, dependiente de Esparta, y ya, a esas alturas, había perdido todo control sobre Delfos.
En el siglo IV adC, Fócida fue puesta en peligro constantemente por sus vecinos beocios. Después de ayudar a los espartanos a invadir Beocia, durante la guerra corintia (395-94), los focios fueron ubicados estratégicamente en las líneas defensivas. En el 380 adC recibieron ayuda de Esparta, pero posteriormente fueron obligados a someterse a la creciente dominación de Tebas.
Los foceos conducidos por dos grandes generales Filomelo y Onomarco, recapturaron Delfos en el 349 adC y con las riquezas obtenidas organizaron un ejército mercenario. La Liga Focea. con la ayuda de estas tropas, emprendió, entonces, una guerra contra Beocia y Tesalia, pero fueron expulsados por Filipo II de Macedonia, de este última región. Durante diez años, lograron mantenerse en Delfos, hasta que el agotamiento de los tesoros del templo y la traición de sus gobernantes los colocaron a merced de Filipo.
Durante el siglo III adC, Fócida estuvo en poder de Macedonia y de la Liga Etolia, a la que fue anexada, definitivamente, en el año 196 adC. Bajo dominio de la República Romana, Augusto, primero, disolvió esta unión, pero luego restableció la liga nacional por razones estratégicas, y también restauró los votos de Fócida en la anfictionía délfica que había perdido en el 346.
Trajano fue el último emperador romano que le otorgó cierta importancia a esta región helénica.
