Buenos días, os cuento una "película" en la que me he visto envuelta, a saber:
Una tarde de los primeros días de septiembre dejé a dos de mis hijos (11 años, mellizos) en casa de una amigo del cole que vive en una urbanización con jardines y piscina. Serían las 6 de la tarde y los lleve en coche, vivimos a escasos 300 metros. Justo cuando estaba aparcando de vuelta a mi casa me llama mi marido: no aparques, vete a recoger a los niños, me asusté, pensé que alguno se había caído y me aclaró que no, que lo que había pasado era que los habían echado, me quedé de piedra.
Cuando llegué a recogerlos los encontré pegados a la puerta, por fuera, con una carita de asustados que daba pena verlos. Les pregunté qué había pasado, me contaron que se habían juntado el niño que vive allí, otro niño invitado y ellos, pues bien, se fueron a un rincón, fuera del recinto de la piscina, justo debajo de los bloques, a jugar con la pelota, mientras ponían las porterías (con chanclas) apareció el guarda de la urbanización y les dijo que allí no se podía estar, que fuera, a la calle los que no eran de la urbanización, le aclararon que ellos estaban invitados por un vecino y a este señor no le pareció conveniente comprobarlo, sino que los puso en la calle después de chillarles incluso con palabras malsonantes. Fue bastante fácil echarlos, mis hijos nunca se habían visto en una bronca con un desconocido y muchos menos solos. Era la primera vez que yo les dejaba mi propio móvil para que nos llamaran cuando vieran conveniente que los recogiéramos, menos mal.
El niño de la urbanización llamó a su madre y tardó en bajar sólo el tiempo de vestirse, se fue a pedir explicaciones a este señor de como había podido echar a la calle niños que estaban en su casa y bajo su responsabilidad sin antes haber aclarado la situación con ella, a lo que le contestó que se tranquilizara que no los había tocado, esta señora no daba crédito a lo que escuchaba y como no había manera de entrar a razonar pues se dirigió a la administradora de la comunidad poniéndole al corriente de los hechos y exigiendo que dadas las maneras tan fuera de lugar que tenía este señor que por favor no lo destinaran más a esa urbanización y que nos pidieran disculpas a los padres por semejante despropósito. La administradora también se sorprendió por el trato dado a los niños y le aseguró que así se haría.
Así fue durante dos semanas, para sorpresa de la vecina afectada, el vigilante está otra vez en el mismo sitio, parece ser que es bastante complaciente (pelotilla, vamos) con varios vecinos que ya tienen los hijos mayores y les molestan ahora los de los demás y claro, este vigilante les viene al dedillo. Resulta que la administradora le ha comentado que hay otra versión de los hechos y que la víctima fue el vigilante (que se enfrentó solito con cuatro niños asustados por sus gritos).
Voy terminando: han convocado a la vecina afectada a una reunión con la junta rectora de la comunidad (que la verdad no sabemos ni ella ni yo lo que es) para aclarar la situación porque dice que hay testigos. Tanto ella como los niños dicen que allí no había nadie más.
No he querido darle importancia al episodio, hasta ahora, porque a los niños no les ha pasado nada, excepto el sofocón y vi que reaccionaron bien en un apretón en el que nunca se habían visto, llamando por teléfono a casa y quedándose quietos donde yo los había dejado, pero lo que no estoy dispuesta a admitir es que fueron los agresores como ahora quieren hacer ver. La madre invitadora, me ha pedido que la acompañe el lunes a la reunión, no sé qué derechos me asisten ya que no soy vecina de esa comunidad de propietarios, supongo que por ser afectada al menos me escucharan, pero me gustaría que me aconsejarais qué estrategia os parece más adecuada para defender los derechos de los niños y si estais de acuerdo conmigo en que esa actitud hacia menores es denunciable.
Un saludo, y perdón por el rollo.
Gracias