Es lógico que a los podemitas no les haya hecho mucha gracia la dimisión de Sánchez, con él como líder del PSOE tenían a su alcance el convertirse en el primer partido de la izquierda española y líderes de la oposición. Lo estaban acariciando, de ahí el rebote que se han pillado con la dimisión del inepto.
Dejénse de historias, desde que tomó las riendas del partido, Sánchez ha perdido en 6 ocasiones unas elecciones, ya fueren autonómicas o generales, empeorando sus resultados elección tras elección, batiendo récords de la historia del PSOE y allanado el camino a la extrema izquierda en su fulgurante ascenso. No contento con ello, con su postura incoherente tiene a todo el país estancado casi un año, con lo que esto va a suponer para todos.
El muy capullo podría estar ejerciendo la vicepresidencia de un Gobierno tripartito, con el PP cogido por los huevos y ganándose su asalto a la Moncloa desde allí. Pero no, "NO ES NO", él, afectado por su profundo complejo podemita, prefirió mantenernos a todos en esta ridícula situación de por vida.
Han sido Sánchez y la mitad de su ejecutiva, y no otros, los que han provocado que se tuviera que llegar a la grotesca situación del pasado fin de semana. Este señor es un lobo con piel de cordero, un trepa que una vez que tocó poder se negó, becerrilmente, a soltarlo, sin tener en cuenta el daño que con ello iba a causar a su partido y a sus propios votantes.
A ninguno de los barones del PSOE y menos aún los que tengan aspiraciones a la Secretaría general, les han beneficiado los hechos acontecidos en el Comité del pasado sábado, al contrario, todos han salido tocados, excepto el inepto de Sánchez, convertido en mártir por el sector más radical de la militancia y, cómo no, por la maquinaria podemita.
¿Susana Díaz de derechas? Eguaz, pásame el número de tu camello, por fa. ¿De derechas comparado con quién? ¿Con tu muso el de la coleta? Vamos, no me jodas!