Estoy de acuerdo con que el Estado de las autonomías y la desconcentración de la Administración pública ha supuesto una multiplicación de los distintos organismos públicos a nivel autonómico y provincial que resulta innecesario, incomprensible e insostenible y que ha dado rienda suelta a la corrupción en todos los niveles.
El concepto de "engendros uniprovinciales" que utilizaba un compañero en este hilo no me ha quedado muy claro lo que quería decir. Digo yo que a menor número de provincias, menos diputaciones, menos cargos públicos y, en definitiva, menos chupópteros. ¿Acaso no sería una solución al despilfarro de la desconcentración administrativa el que, administrativamente, todas las autonomías fueran uniprovinciales? Quicir, acabar con las Diputaciones.
Lo que sí que no entiendo es el título del hilo. ¿Qué cojones tiene que ver el modelo autonómico con el pleno empleo?
Yo creo que sería al contrario, si se vuelve a concentrar la Administración autonómica y/o provincial en la AGE, muchos funcionarios dejarían de serlo y se incorporarían al ámbito privado, engordando la tasa de desempleo.
En cualquier caso, dudo muchísimo que ningún partido, viejo o "nuevo", haga algo por cambiar o mejorar nuestro modelo de organización territorial. Ya están todos chupando del bote en todos los niveles de la Administración, y le han cogido el gustillo.
He estado desconectado unos días por culpa del curro. Voy al asunto.
Dije lo de los engendros uniprovinciales en respuesta al compañero que saca a colación la historia como premisa para la creación de las comunidades autónomas. No creo que ello sea así ya que en el proceso autonomista se mezclaron conceptos históricos, es cierto, con intereses partidistas que no dieron un resultado demasiado satisfactorio a tenor de nuestra historia, la verdadera, no la inventada por los políticos.
En ese proceso se queda fuera un territorio tan histórico como León, sin duda firme candidata a formar una comunidad autónoma uniprovincial con los mismos títulos que Navarra, y sin embargo ahí la tienes, diluida en Castilla (y León). Sin embargo, Cantabria, lo que de siempre se ha conocido como "la provincia por la que Castilla se asoma al mar" queda constituida en comunidad autónoma, lo mismo que la Rioja, Madrid y si me apuras Murcia, que tradicionalmente formaba parte de lo que se conocía como Levante o región levantina.
Sigo defendiendo que no nos podemos permitir el sobredimensionamiento administrativo que conlleva la existencia de las autonomías, no sólo por el maremágnum de legislaciones a veces contradictorias (en materia de protección al medio ambiente se han dado y se dan casos tan surrealistas como que en un río limítrofe con dos comunidades se abra la veda de la pesca de salmónidos en una y en la otra no, por lo que los pescadores de una comunidad pueden pescar en su orilla, mientras que los de la opuesta, de otra comunidad sólo esperar a la apertura de esta veda de acuerdo con sus leyes)
Por no hablar de las duplicidades de órganos, cargos, carguillos y carguetes, todos ellos sufragados con dinero público, lo cual, visto de la perspectiva del estado como agente social proveedor de trabajo puede parecer que sin duda favorece la creación de este bien tan escaso y por tanto funcionando como estímulo a la economía e impulso al mercado laboral. Los hechos y la economía dicen lo contrario, menos aparato del estado significa menos impuestos y por tanto más líquido en manos particulares, más consumo y, voila!, más empleo. Eso en un contexto de economía de mercado, claro está, si nos ponemos en el papel de Cuba o similares la cosa cambia... a peor, me parece a mí.