2/1/2008 Edición Impresa LOS CONSERVADORES|IGLESIA Y POLÍTICA
El PP evitará dar apoyo expreso a los antiabortistas en vigilia electoral
1. • Los asesores de Rajoy subrayan la importancia de "no escorarse" si se quieren más votos de centro
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GEMMA ROBLES
MADRID
No sería la primera vez que el PP apoya, incluso en la calle, a las organizaciones antiabortistas. Pero el partido de Mariano Rajoy considera que ahora no toca. Quedan apenas dos meses para las elecciones y los asesores de Rajoy advierten de la importancia de "no escorar" la imagen del candidato del PP en un momento en que el voto de centro, como casi siempre, resultará decisivo.
Los conservadores han venido dando apoyo, a lo largo de la legislatura que ahora termina, a las principales reivindicaciones de foros y asociaciones creadas en torno a la defensa de la familia cristiana tradicional y sus valores. Incluso han llegado a participar en manifestaciones impulsadas conjuntamente por la Iglesia y este tipo de organizaciones, como sucedió en junio de 2005, cuando una amplia delegación del principal partido de la oposición acompañó en Madrid a miles de ciudadanos que se manifestaron bajo el lema La familia sí importa.
Se trataba, en aquella cita, de dejar constancia pública del rechazo a la ley de matrimonio gay aprobada por los socialistas y a una nueva ley educativa que, entre otras cosas, incluye la asignatura Educación para la ciudadanía, tachada de doctrinaria por los conservadores. Pero también se reclamaba "un ordenamiento jurídico que garantice el respeto a la vida humana en su integridad", esto es, legislación para cerrar la puerta a la eutanasia y al aborto.
VUELTA A LA CARGA
Las organizaciones antiabortistas vuelven a la carga ahora con esa exigencia. El motivo: el desmantelamiento en Madrid y Barcelona, hace unas semanas, de una red de clínicas en las que se practicaban abortos ilegales. Los promotores de la citada manifestación son los mismos que creen que ha llegado el momento de derogar la ley que regula la interrupción del embarazo y de poner fin a las subvenciones oficiales para este tipo de prácticas clínicas, para lo que solicitan apoyo de los partidos políticos.
Pero el PP cree que este no es el momento adecuado para dar satisfacción a esa demanda. La cita con las urnas está a la vuelta de la esquina y los asesores de Rajoy no quieren pasos en falso que puedan indisponer al candidato conservador con el voto centrista.
De hecho, algunos dirigentes del PP juzgan como una "trampa" el hecho de que los socialistas dieran a conocer a la prensa, el pasado 17 de diciembre, que el presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, había encargado a la dirección socialista una "reflexión profunda" sobre la situación generada a raíz del hallazgo de centros médicos que realizaban abortos de forma ilegal, amparándose en uno de los supuestos de la norma (el que permite interrumpir la gestación si hay riesgo para la salud psíquica de la madre), pero haciendo uso de informes psiquiátricos fraudulentos y obviando los plazos legalmente previstos.
Fuentes del PP creen que aquella acción de Zapatero fue un "globo sonda" que buscaba "intencionadamente" que los populares se situaran, rápida y públicamente, en contra, de forma que el PSOE pudiera tildar al PP de "derecha reaccionaria" en vísperas de las generales.
NI UNA PALABRA MÁS
En este contexto, se decidió que fuera el propio Rajoy el que diera la cara ante los medios de comunicación para subrayar que su posición al respecto era "la misma" que ha mantenido en los últimos años y que, en ningún caso, llevará en su propuesta electoral una reforma de la ley, ni para imponer plazos ni para derogarla. Ni él ni sus compañeros de partido dijeron o dirán una palabra más al respecto.
Por su lado, los socialistas se han visto obligados a rectificar y a admitir que tampoco tocarán la ley.