Tras pasar el partido popular todos los límites de la ética política, haber dudado de la honorabilidad de todas las instituciones del estado y haber visto tramas oscuras por doquier, hasta los miembros conservadores del consejo general del poder judicial han tenido que salir a pedirle a Rajoy que se tome un tranquilizante.
El Poder Judicial censura a Rajoy por cuestionar la instrucción del 11-M Añadir a Mi carpeta
El presidente de la Audiencia Nacional: "El que esté crispado que se tome un tranquilizante"
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial censuró ayer al líder del PP, Mariano Rajoy, por haber cuestionado la instrucción del sumario de los atentados del 11-M y haber dado pábulo a la teoría de que la mochila bomba que fue desactivada en la comisaría de Puente de Vallecas y que fue el origen de la investigación y las primeras detenciones no fue encontraba en la estación de El Pozo, sino que había sido puesta allí por personas que querían implicar a los islamistas. El presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, dijo ayer que el que esté crispado que se tome un tranquilizante.
La sesión de la Permanente, dirigida por el vicepresidente del Consejo, Fernando Salinas, llegó al siguiente acuerdo: "Con relación a la polémica suscitada sobre el sumario que se instruye por los graves atentados cometidos el 11 de marzo de 2004, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial, en su reunión del día de la fecha, ha acordado reclamar de los responsables políticos respeto a las resoluciones adoptadas en los procesos judiciales, así como a las decisiones de los titulares del Poder Judicial, como fundamento del Estado de derecho".
La decisión de la Permanente fue adoptada por mayoría, con los votos favorables del propio Salinas, y de los consejeros Juan Carlos Campo y Félix Pantoja. Los vocales Enrique López y Carlos Ríos se abstuvieron. Campo, vocal progresista, recordó ayer que las declaraciones de Rajoy suponen "una intolerable injerencia" en la labor que está desarrollando el juez instructor "al someter a un cuestionamiento público elementos de la investigación criminal, datos y conclusiones que obran en el sumario".
Previamente, el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, había remitido un informe al portavoz del Consejo del Poder Judicial, Enrique López, en el que le daba cuenta de los pormenores de la instrucción del sumario del 11-M y, en particular, de la polémica suscitada a propósito de la mochila bomba desactivada en la comisaría de Puente de Vallecas.
Instrucción en entredicho
Dívar hacía constar que informaciones periodísticas ponían en entredicho la instrucción del sumario del 11-M y explicaba que al inspector de policía Miguel Ángel Álvarez, que tenía la misión de custodiar los objetos personales encontrados en el tren de la estación de El Pozo, se le había enseñado por error una bolsa réplica de la que contuvo la bomba desactivada, en lugar de la original. El magistrado detallaba también que en el sumario figura un informe pericial en el que se comparan la mochila original y una réplica adquirida en un comercio del barrio de Lavapiés, que fue la que por error se enseñó al policía. En el informe remitido por Dívar se concluye que no ha habido irregularidades en la instrucción y que todo se ha hecho conforme a derecho.
Un grupo de periodistas interrogó a Dívar por lo ocurrido y el presidente de la Audiencia contestó que el sumario del 11-M es el más importante de la Historia de España y que el auto de procesamiento, que tiene unos 1.000 folios, se hará público en pocos días. Dívar quiso tranquilizar a la ciudadanía asegurando que se conseguirá evitar en el futuro que haya excarcelaciones de los presuntos culpables.
Reconoció que la causa tiene componentes políticos pero que no tienen influencia en el tratamiento jurídico y agregó que la Audiencia no había reclamado el amparo del Consejo porque los hechos no tienen que ver con la independencia judicial.
A la pregunta de si la actuación de determinados medios y de ciertos políticos había crispado a los jueces, Dívar respondió: "Los jueces no están crispados y el que esté crispado o intranquilo que se tome un orfidal [conocido tranquilizante y somnífero]".
