Saludos,
como propietario de un local, voy a añadir un punto de vista diferente.
El principal objetivo de montar un local de ocio es, innegablemente, el lucro, es decir, ganar dinero. Por ello, al igual que un cliente tiene derecho a ir al local que se le antoje por meros motivos que son únicamente que le gusta (sea por la música, porque es barato, por la decoración...), yo como propietario debo de tener derecho a permitir la entrada sólo a aquellas personas que juzgo me van a reportar beneficio, ya sea por su asiduidad o por su elevado consumo en esporádicas ocasiones en que vienen.
Igualmente, como propietario de un local, soy libre de enfocarlo como se me antoje siempre que no vulnere derechos fundamentales, es decir, cree un ambiente xenófobo, sexista, anticultural, etc.
Todo cliente (desde el momento de su intención de entrar, como bien se apuntaba) ha de tener derecho a conocer el ambiente del local y, si no es de su agrado, irse. Pero, ¿que pasa con esos clientes que se quedan pero no reportan el beneficio que yo espero?, pues la primera vez me los tendré que "tragar" e incluso intentarlos "echar" de alguna forma ingeniosa, pero la segunda he de tener derecho a negarles la entrada porque ocupan un aforo que otros clientes más rentables para mí ocuparían...y es así de simple, puesto que yo como propietario soy quien responde de las obligaciones fiscales del negocio, nadie me va a regalar dinero para pagarlas, lo he de conseguir del beneficio que obtenga. Así, si un cliente es malo porque no consume y me lo ha demostrado, independientemente de cualquier otro factor, he de poderle negar la entrada en el futuro pues no sólo no me es rentable, sino que me perjudica al ocupar un aforo que otro cliente amortizaría mejor para mis intereses.
Después estarían las consideraciones que me podrían hacer pensar que un cliente, antes de entrar, me va a ser perjudicial. Además de los claros casos en que puedo (y debo) negarle la entrada (portar armas, drogas, estado de embriaguez, actitud violenta...), debería poder negársela a aquellas personas que por determinados factores no se ajustan a los criterios que yo considere me son apropiados. Claro está que hasta que un cliente no entre y pase un rato, jamás sabré si me es rentable o no, pero claro está también que algunos me van a desfavorecer con su mera presencia (incluso aunque ellos mismos consumieran mucho). Un ejemplo: para desgracia de la raza gitana, sus miembros tienen mala fama, por lo que si alguien que no pertenece a esta raza entra en un local y ve un grupito de ellos, con toda seguridad marcharán pues el ambiente no será de su agrado, con lo que la presencia de esas personas será perjudicial al negocio ya que, no nos engañemos, no somos tan tolerantes como predicamos. Y esa es una triste realidad, pero como propietario no puedo permitirme el lujo de obviar, y he de hacer lo que mejor me parezca en bien de mi negocio que, en definitiva, es mi bien personal. Hay muchos otros ejemplos con los que se podría justificar el negar la entrada a determinadas personas alegando determinadas causas, y nadie debe poder "obligarme" a dejar entrar en mi negocio a quien yo crea que no me va a reportar beneficio o crea que me lo va a perjudicar. Y si no, que no pague impuesto alguno, ni seguridad social, ni nada de nada (solo los insumos y sueldos), y así no necesitaré generar beneficio para tener que pagarlos, beneficio que como propietario he de poder generar como mejor crea en mis intereses sin vulnerar los derechos de nadie, pues sino quedaría endeudado con los poderes establecidos y otros, deuda que además, si se es autónomo, se avala con el patrimonio personal.
¿Y prohibir la entrada a, por ejemplo, un hombre de color simplemente por no ser "blanco" es vulnerar sus derechos?, pues si el conjunto de la sociedad se sintiera incómodo ante su presencia, no le negaría la entrada por ser "negro", sino porque los "blancos" de mi negocio podrían marcharse si le dejara entrar, con lo que yo dejaría de obtener unos beneficios que esa persona en particular no me daría.
Dejar entrar a las chicas sin pagar y obligar a los chicos. Bueno, eso es mucho más fácil: las chicas me generan un beneficio, que aunque no directamente, si por atraer hombres que sí consumirán (incluso invitándolas). Así, yo me aprovecho de la conducta de la sociedad, no la impongo ni tan solo la publico. Es la propia conducta de las personas las que regirán cómo yo actuaré en beneficio de mi negocio.
No nos engañemos, nadie monta un negocio para no ganar dinero, y menos cuando se te obliga a pagar infinidad de cosas por el mero hecho de tenerlo, aún cuando no te reporte beneficio. Y si por dejar entrar a determinadas personas creo que no voy a ganar dinero, debo tener derecho a prohibirles la entrada, a riesgo de que mis criterios me lleven a la ruina.
¿Es justo? claro que no lo es, pero la culpa no es del propietario, sino del conjunto de la sociedad y de los poderes establecidos, pues son los que condicionarán con sus actuaciones y preferencias mis decisiones: quien entra y quien no.
Si a ti no te gusta el rock, no irás a un local donde sabes que es lo único que ponen. Si en mi negocio de ambiente colombiano no dejo entrar a un ecuatoriano simplemente porque lo es, no hay más motivo que porque acabaría perdiendo mis habituales clientes (los que me dan de comer) ya que no les gusta mezclarse con ellos.
Cuando se monta un negocio, se crea un objetivo de clientela (la que cada uno crea que más beneficio le aportará), y toda aquella clientela que no se ajusta a esos parámetros deseados, debemos poder prohibirle la entrada, simplemente porque no nos aportará el beneficio deseado o nos perjudicará. Y si con esa filosofía, me arruino, es mi problema, no?
TODOS LOS EJEMPLOS SON ESO, SIMPLEMENTE EJEMPLOS, EN NINGÚN CASO SON REPRESENTATIVOS DE MIS IDEALES Y/O PENSAMIENTOS EN CUANTO A TEMAS DE SEXO, RAZA, ETC.