La humanidad, es cierto, ha pasado grandes pandemias. Pero no han sido todas iguales. La peste, por ejemplo, era causada por una bacteria. Las bacterias mueren ante ciertos medicamentos (los antibióticos). Lo cual quiere decir que es una enfermedad que, diagnosticada bien, puede ser superada... si los antibióticos siguen funcionando. Para ello, la población no debería tomar antibióticos a la ligera.
La malaria. Transmitida por un protozoo, no valen los antibióticos. Por ahora la mejor prevención es emplear mosquiteras que han recibido un insectida, o bien lociones insecticidas. Y conviene además tomar ciertos medicamentos preventivos.
El tifus. También provocado por una bacteria. Idem de idem.
Contra las bacteria es muy fácil crear vacunas.
Contra los virus no. Véase el caso del VIH. Todavía no hay vacuna. Muta mucho. Pero el COVID-19 no muta: lo cual sugiere que pueden crearse vacunas.
Y en ello estamos.
La OMS no tiene la culpa de nada. Si acaso, de no dar la alarma un par de semanas antes, pero tal vez la información de que dispusiera no fuera suficiente. China, me da la impresión, tardó en reconocer que había un serio problema.
No seamos como Trump. Ese ****** es peligrosísimo.