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Voy a sacar los billetes y a elaborar más documentos. Creo que encontré unas guias-comentarios a los Convenios de La Haya.
En general, en lo referente a supuestos singulares:
1. El tema de la competencia está en gran parte solventado, queda el R 2201/2003 y el Convenio de Nueva York sobre arbitraje.
2. El tema de la ley aplicable, casi lo mismo. Teniendo en cuenta que el fallo principal de la tabla fue no tener en cuenta el Convenio de Roma, el defecto ha sido subsanado.
3. En cuanto al exequátur hay un supuesto práctico, aunque falta algún dictamen o tabla. Queda por subsanar.
Pero lo más duro de todo esto, es una institución imprescindible, posiblemente la más complicada, que es la que marca la diferencia: el depeçage.
En los supuestos prácticos que a buen seguro nos tocarán: estoy absolutamente seguro de que saldrá el tema del depeçage. El depeçage significa que, un todo material y/o procesal queda dividido en trozos. Tantos trozos como decisiones. Esta institución resulta lógicamente rara para un aspirante español a jurista. Esto se debe a que aquí estamos acostumbrados a la conexidad, a la ley escrita, a no complicarnos, a ir a lo práctico y a seguir lo que viene de arriba. Pocas instituciones resultan tan raras para un estudiante de derecho español, como el depeçage.
Depeçage procesal: por ejemplo en los temas con menores, puede ser que corresponda la competencia a un Estado, pero por ejemplo los Tribunales de otro Estado tengan que adoptar las medidas cautelares.
Depeçage material: que una ley aplicable al todo (por ejemplo la del país del testador) no sea aplicable por ejemplo a las legítimas.
Algunas instituciones del depeçage pueden verse en el dictamen Carrascosa o en mi comentario al mismo, incluido en el zip. Evidentemente, leyendo, no es difícil deducir que la aplicación de esta institución supera considerablemente los supuestos examinados.
Por resumir: el que se sabe el depeçage (institución que obviamente sólo puede dominarse a partir del manejo de los supuestos individuales), se sabe la materia. Y el que no domina el depeçage, no domina la materia.
