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Autor Tema: La globalización afectará las relaciones México- España?  (Leído 1767 veces)

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Desconectado Rafis

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La globalización afectará las relaciones México- España?
« en: 31 de Agosto de 2007, 06:01:43 am »
Hagamos un poco d memoria todo empezó el día 28 de diciembre de 1836. Después del golpe militar del General Francisco Franco y su llegada al poder tras la Guerra Civil, México decidió seguir reconociendo al Gobierno Republicano en el exilio y rompió relaciones con el gobierno franquista. Las
relaciones diplomáticas se restablecieron el 28 de marzo de 1977. A partir de entonces, se han creado diversos mecanismos de cooperación y diálogo bilateral que han permitido un mayor cercamiento en todos los ámbitos.

La globalización y la formación de bloques regionales han impuesto la necesidad a la diplomacia mexicana de desarrollar nuevas prácticas a fin de llevar al país hacia el centro de la dinámica mundial. Así, a la par de las transformaciones profundas de la estructura y dinámica del sistema internacional, la política exterior de México ha experimentado cambios significativos en su diseño, dirección y puesta en práctica.

El fin del bipolarismo, los procesos de la integración política y económica, el avance cada vez mayor de la globalización económica y la importancia del debate sobre la democracia, los derechos humanos, el medioambiente, entre otros, han cambiado las prioridades en la agenda. La situación geopolítica de México ha sido alterada por las transformaciones internacionales que demandan una estrategia especializada a fin de resguardar el principal interés de nuestra política exterior: fortalecer la soberanía nacional y promover el desarrollo económico y social del país a través de su mejor inserción en el mundo actual. Asimismo, la reorientación económica y los cambios políticos dentro del país también han impactado en la nueva dinámica de la política exterior.

En este contexto, durante la década pasada la estrategia para diversificar las relaciones de México con el mundo se convirtió en una prioridad;  esto consiste en buscar vínculos más sólidos con diversos grupos de países a través de los mecanismos institucionales formales que procuran crear condiciones de certeza y seguridad legal en la relación con México para los líderes mundiales de la inversión y, por supuesto, con los mercados más dinámicos. La firma del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México y la Unión Europea (UE), conocido como Acuerdo Global, que precedió la firma del Tratado de Libre Comercio de México con la UE (TLCUEM) se inscribe en esta estrategia del gobierno mexicano de buscar nuevos mercados y atraer nuevos y mayores flujos de inversión hacia nuestro país. 

Sin embargo, los resultados no han sido los más satisfactorios. Si bien los flujos de comercio de la UE con nuestro país se han incrementado considerablemente desde la entrada en vigor del TLCUEM en un 32%, ello no ha significado una participación mayor en los porcentajes totales, que en realidad han disminuido: las exportaciones de México hacia la UE han caído del 9% en 1990 al 3.4% en 2003.  Aún más, si realizamos una breve comparación entre los flujos de comercio e inversión de China con la UE frente a los mexicanos los datos nos revelan que, aún sin un acuerdo comercial tan completo y vanguardista como el TLCUEM, el gigante asiático le está ganando la batalla a nuestro país en materia de comercio e inversión con la UE. Más aún, mientras que las inversiones de la UE orientadas a México se han concentrado en un 50% en el sector servicios, especialmente a la compra de activos en el sector financiero, las orientadas a China  no sólo superan considerablemente a las dirigidas a nuestro país, sino que se han canalizado al desarrollo de nuevas plantas productivas y a la inversión en investigación científica y desarrollo tecnológico.

En 1975 México y la entonces Comunidad Económica Europea, firmaron un Acuerdo de Comercio y Cooperación con la finalidad de proveer de un marco legal a las relaciones comerciales e impulsar la cooperación. Desde entonces, las relaciones en la esfera política se intensificaron, no así las comerciales que decrecieron de forma significativa.

La década de los noventa trajo cambios significativos a nivel internacional y en las estrategias tanto de la UE como de México: mientras que la UE se consolidaba como el bloque regional más fuerte del mundo y se lanzó a la conquista de los mercados de inversión y comercio en toda Latinoamérica, México delineó su estrategia de profundizar y ensanchar todos los vínculos mantenidos con la UE, sin desatender sus relaciones con los nuevos estados que emergieron en Europa central y los Balcanes, envueltos ocasionalmente en superar sus propios problemas internos. Sin embargo, a pesar de que la UE continuó siendo el segundo socio comercial de nuestro país, el comercio entre México y la UE decreció durante la década de los noventa en 43%, al pasar de un 11. 4% del comercio exterior de México en 1990 al 6.6% en 2001.

En mayo de 1995 México y la UE anunciaron la decisión de profundizar sus relaciones bilaterales mediante la creación de un nuevo marco que permitiría alentar el diálogo político, establecer un área de libre cambio e intensificar la cooperación con el fin de contribuir en el largo plazo a la promoción de los valores fundamentales del respeto por los derechos humanos, el estado de derecho, la democracia y la seguridad. Finalmente, el 8 de diciembre de 1997 concluyeron las negociaciones del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación, también conocido como Acuerdo Global, instrumento que entró en vigor en el año 2000 y que conjunta en un solo texto los asuntos comerciales, políticos y de cooperación, constituyéndose en el acuerdo más ambicioso y completo que México ha firmado y el único de ese tipo que la UE ha negociado con una nación no europea.

La firma del Acuerdo Global fue el paso que precedió la firma del TLCUEM. Entre noviembre de 1998 y noviembre de 1999 se celebraron nueve rondas de negociación, y aunque se habían producido algunas discrepancias sobre acceso a mercados y reglas de origen, el 24 de noviembre se logró cerrar la negociación. El 23 de marzo de 2000, se firmó el TLCUEM en el marco del Consejo Europeo de Lisboa.

Con ese Acuerdo, la Unión Europea se benefició al ser capaz de competir en iguales condiciones con los países con que México ya tenía tratados de libre comercio, lo que le permitiría recobrar y extender su presencia en el mercado mexicano e internacional. En efecto, el TLCUEM aseguró a los capitales europeos equiparar los privilegios que Estados Unidos alcanzó en México con el TLCAN. De hecho, el comisario de comercio de la UE, Pascal Lamy ha afirmado que la UE alcanzó con México la paridad con el TLCAN (Nafta Parity) , dado que el TLCUEM no sólo cubre una desgravación arancelaria similar al TLCAN (en muchos casos mayor y más rápida), sino porque incluye capítulos como inversiones, compras gubernamentales, facilidades al comercio, políticas de competencia, y derechos de propiedad intelectual.

Por su parte, México esperaba beneficiarse del alto potencial de la  inversión europea, de las transferencias de tecnología y aprovechar el amplio mercado europeo. Tanto el TLCAN como el TLCUEM, son mecanismos delineados con asuntos similares y bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin embargo, la diferencia radica en las circunstancias y las premisas que dieron origen a sus negociaciones y las expectativas en torno a sus resultados: cuando comenzaron las negociaciones con Estados Unidos y Canadá, 72.4% del comercio exterior de México estaba concentrado con los Estados Unidos, mientras que  en 1998, año en que iniciaron las negociaciones del TLCUEM, el comercio de México con la UE representaba sólo 6.4% del total (porcentaje de preocupación si se considera que para finales del año 2001 el comercio de México con el mundo se había triplicado con relación a inicios de la década de los noventa y había alcanzado los $326 billones de dólares.)

Por ello, podemos afirmar que mientras que el TLCAN fue negociado a la luz de la necesidad de crear un marco formal y normativo de los flujos de comercio ya existentes con Estados Unidos; el TLCUEM fue firmado basado en la premisa de diversificar la prevaleciente concentración de los flujos comerciales de México y a fin de atraer inversiones del mercado más grande del mundo.

El Rafis


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Re: La globalización afectará las relaciones México- España?
« Respuesta #1 en: 31 de Agosto de 2007, 09:42:31 am »
El mercado se mueve por sí mismo. Busca lo que produce dinero, riqueza. Para los mexicanos es más fácil el comercio con USA por razones de proximidad. Se pueden abrir puertas a Europa a través de acuerdos que eliminen barreras y hagan más atractivo el intercambio comercial, pero al final siempre decide el mercado. En la UE México tiene en España una gran ventaja por el idioma, pero a ingún otro país más. En USA el español es un idioma muy hablado, sobre todo en el Sur. La lengua es un instrumento importantísimo para los negocios.
Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad sirva al mismo tiempo como legislación universal