Hola, en realidad el coste mucho más elevado del Master con respecto al Grado tiene una explicación muy sencilla: las prácticas. De hecho, tenemos que pagar durante un cuatrimestre un tutor que nos siga directamente y el espacio y recursos que se supone que nos pondrán a disposición para ir prácticando el trabajo de Abogado. Quizás alguno de nosotros seamos también capaces de prestar un servicio útil (en mi caso no creo mucho, la verdad) pero en general se trata de recibir una formación muy especializada "in situ": y eso tiene un coste. No por nada los Master que ofrecen despachos muy grandes y de gran prestigio, también internacionales, se sitúan por encima de los 10.000 €: porque se cuenta con profesionales de alto nivel y el tiempo de estos profesionales vale caro.
Por lo demás, es básicamente lo mismo que en el Grado: se paga por muchos conceptos, no sólo por el día del examen, sino por toda la estructura que hay detrás, que no es poca, aunque muchas veces no se vea. No olvidemos que estamos hablando de formación universitaria, no cualquier cosa. Acerca de los libros, ahí estoy algo más de acuerdo: no digo que haya que regalarlos, y en general están bastante bien; sin embargo es cierto que a veces haya libros que se acercan a los 100 € de precio, o que se dediquen más a polémicas doctrinales o a idiosincrasias personales (uno en contra del Estado de las Autonomías, otro que no le gusta el matrimonio homosexual etc.), o que le faltaría un buen hervor de corrector ortográfico, o que se usan solo en parte para la asignatura etc., bueno, este tipo de situaciones debería evitarse en un Grado o un Master en una Universidad pública. Debería haber más libros disponibles en formato electrónico, cosa que ocurre más en otros Grados de la UNED, mientras que en Derecho, solo hubo uno (el de Filosofía del Derecho); o cuanto menos, en edición económica. Aun reconociendo que los profesores no son tan reconocidos, y pagados, como debería ser en una sociedad que sepa reconocer el gran valor de la formación y de la investigación. Menos mal que por lo menos con el tiempo hemos ido aprendiendo y podemos ser más críticos, viendo lo que de verdad merece la pena y lo que no.
Saludos