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Autor Tema: 26J: no cuenta ganar, sólo sobrevivir  (Leído 401 veces)

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26J: no cuenta ganar, sólo sobrevivir
« en: 13 de Junio de 2016, 16:03:44 pm »
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Esta noche volveremos a caer. Si no todos, un gran mayoría. Volveremos a dejarle al dedo que dirija el mando hacia el debate. Será el tercero de esta campaña que nos hastía a todos. El primero, el de las féminas, lo ganó Inés Arrimadas de calle. El segundo, calentito de anoche mismo, entre los gurús económicos se lo llevó De Guindos. En ambos casos, triunfó la puesta en escena. El aplomo ante la bronca, el buen empaquetamiento de los mensajes en píldoras de 60 segundos, las ganas de ser constructivo sin caer en excesivas demagogias… ¿Ideas fuerza? Ninguna. Hoy toca el turno de los jefes. Ojalá sorprendan y no conviertan el debate en otra oportunidad perdida. Ellos (Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias) nos deben un buen menú para España y no una simple carta con platos deshilvanados, sin un buen maridaje, ordenada únicamente para conseguir sobrevivir a las elecciones. 

Porque eso se juega el 26J. La supervivencia de siglas y de nombres. La noche electoral pinta de cuchillos largos en Ferraz. El sorpasso de Podemos ejercerá de guillotina para Pedro Sánchez. En caso contrario, el líder socialista se echará al monte en una alianza con Podemos. Morir matando. Todo por llegar a La Moncloa. Una jugada frenada en diciembre por los barones. “Entonces nos equivocamos y no nos dimos cuenta de que Sánchez buscaba una solución personal. Que si no llegaba a Moncloa se quedaba sin nada, sin ingresos. Por eso echó el pulso al partido y flirteó con Podemos. Tendríamos que haberle dado un cargo orgánico en el partido, bien remunerado, y se había acabado el problema. Se habría marchado”, cuenta ahora un barón socialista, arrepentido del error estratégico cometido.

El resultado del 26J dará mayor o menor velocidad a la carga de veneno contra Rajoy
Más sibilinas son las luchas intestinas en Génova. El resultado del 26J dará mayor o menor velocidad a la carga de veneno contra Rajoy. El ‘hombre de los chuches’ juega en demasiados tableros. Sus resultados, los de Ciudadanos y los del PSOE. Demasiados frentes que controlar para alguien que prefiere vivir en paralelo a los problemas. Rajoy necesita, para tener alguna posibilidad de mantenerse con mando en plazo en el PP, no sólo repetir su victoria de diciembre pasado, que todas las encuestas dan por hecho, sino superar las cifras de entonces. “Su futuro depende de conseguir el diputado 124”, comentaba un miembro de Génova. Es un símbolo. Un escaño más que hace seis meses. La línea roja entre ser o no ser.

De las combinaciones y permutaciones en este triángulo de escaños entre PP, PSOE y Ciudadanos se definirá una legislatura corta y reformista o por el contrario el fracaso de unas terceras elecciones. En voz alta, sólo Pedro Sánchez ha puesto el blindaje frente a una tercera cita con las urnas. En voz baja, el pacto entre PP y PSOE se da por seguro. “Si el PSOE queda tercero, por detrás de Podemos, habrá gobierno rápido, antes de agosto. Está ya todo encaminado”. Lo dicen en Génova y Ferraz.

¿Y dónde queda Ciudadanos? Fuera del tablero. En terreno de nadie. Discutido ya en alguno despachos del Ibex por no haber sabido aglutinar a esa clase media, incluso media-alta, profesionales liberales en muchos casos, hasta el gorro de la ‘vieja política’, que han quedado absortos por la palabrería y los lugares comunes del populismo de Pablo Iglesias. “Ese era el caladero de votos para Rivera, para llegar a los 60-70 escaños, y haber certificado un gobierno con el PP para llevar a cabo las reformas que Rajoy y su mayoría absoluta no se han atrevido a implementar”, reflexionaba esta semana un destacado presidente del Ibex.

Con las encuestas, certificadas por el CIS, la formación de Albert Rivera no suma. Ni como socio de Rajoy ni como espigón frente a Podemos. El partido que mejor sabe venderse y mejor sabe utilizar las redes sociales. Allí escucha las quejas, los lamentos, los problemas de la gente y comienza a acomodar soluciones para colarlas en las plazas de twitter donde hay más conversación. Y, a partir de ahí, se disparan sus mensajes. Un estudio de Graphext, una consultora especializada en medir comportamientos e influencia en twitter, muestra cómo Podemos acaparó la conversación de la noche electoral del 20D entrando en interacción con los grandes tuiteros de humor.

A Podemos no le interesa la conciliación, apenas hablan de ello en twitter
Otro de sus estudios, que mide, clasifica por temas y analiza los tuits de todos los políticos de los cuatro principales partidos, así como de las cuentas oficiales de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, desde que comenzaron a utilizar esta red, muestra cómo los podemitas van variando su discurso en twitter en función de las críticas que reciben por un tema o de los hot topics del momento. Pero, ese mismo estudio también muestra su descarado populismo en ciertos temas. La conciliación es uno de ellos. Su conversación tuitera es escasa. No es un tema que les interese. Apenas llegan a unas decenas de tuits. Además, curiosamente, Podemos abandonó esta bandera en twitter pocas semanas después de la impostada pose de Carolina Bescansa con su bebé en la formación del parlamento en la anterior legislatura. La conciliación no da votos.

Esta cintura en las redes sociales se repite también en los terrenos ideológicos. El partido morado es capaz de virar hacia la socialdemocracia en apenas 24 horas. Y con un líder Pablo Iglesias quitándose y poniéndose corbatas según mande el guión o el escenario. Rubores fuera. El fin justifica los medios.

Por eso, olvidémonos de escuchar esta noche ideas fuerza. De que los cuatro jefes nos expliquen que quieren que sea de España en 2040 ó 2050. ¿Para qué? Los programas son cortoplacistas y repletos de lugares comunes con los que saciar la sed de venganza electoral. El objetivo, el fin, es ganar el 26J. En sentido numérico, ya tiene nombre. El PP. Las encuestas, con el CIS a la cabeza, ya lo anticipan. Pero, como bien demostró el pasado 20D, de poco sirve. Lo importante es sobrevivir. Eso es lo que realmente está en juego.