Desgraciadamente se censura el comportamiento del vencedor, en la mayoría de los casos, argumentando que la derecha es el verdadero cáncer por naturaleza, cuando es constatable que los regímenes totalitarios ya sea de izquierdas o de derechas no entienden de ideologías ni de derechos y libertades fundamentales en un sentido amplio, enconándose en la defensa de un sólo y único parecer (Ej: Régimen totalitario de Cuba). Es eso lo que rechazo, es decir, que se vuelva a mirar al pasado con el único objeto de desacreditar a personas por la ideología de la que se sienten cercano, sin importarles en absoluto la responsabilidad que tienen en sus manos y de la que pende la convivencia social.
Es notorio que aunque la sociedad evoluciona, hay personas que por tener unos pensamientos ideológicos concretos no se sienten libres de poder expresarse por miedo a ser discrimados por aquellos que constantemente miran al pasado y que son inducidos desde las altas esferas políticas como de los medios afines. Otra cosa bien distinta son las víctimas, y que conste que yo como familiar de desaparecido estoy a favor de toda medida "bienintencionada" para poder redimir el dolor, siempre y cuando que no se intrumentalice políticamente, cosa que ocurre en los últimos tiempos.
Sin querer nos desviamos del tema en cuestión aunque realmente se encuentran interrelacionados, por tanto si hablamos del sufrimiento de los niños, intentemos calmar el dolor de todas las familias que se vieron golpeadas por el orror de perder a un niño, es decir, tanto aquellos fusilados a instancias de Sr. Carrillo en Paracuellos, y al que hoy en día se muestra como un ejemplo social y político, como aquellos otros menores de edad desaparecidos a instancias de personas que directa o indirectamente se encontraban cercana al régimen.
Creo que hay que investigarlo todo con el fin de saciar el dolor de "todas" las víctimas en general, y nunca con el rabillo del ojo puesto en encuestas políticas, porque al fin y al cabo la población es siempre la que se ve afectada por los intereses políticos de unos pocos.
Un cordial saludo y sin acritud.