Mezclando ideas, voy a llegar un poco más lejos: regímenes deplorables triunfan donde hay una deplorable ciudadanía. Triunfan por la sumisión expresa de los bárbaros y la sumisión tácita de los civilizados, o de los supuestamente civilizados. La Inquisición triunfó porque la mayoría estaba de acuerdo, y porque los que no estaban de acuerdo callaban cobarde y canallescamente. Y también triunfó porque los que propusieron aquello, fueron más listos que sus oponentes. Lo mismo Lenin, que Franco y todos los dictadores, lo mismo Chávez, que Zapatero. Tengan o no tengan razón, es así.
Luego eso se disfraza a la conveniencia de cada uno, pero esencialmente, es eso. El deplorable Papa creo que Julio II, triunfó también por eso, mientras llenaba Italia de mercenarios, Garibaldi era un genio militar, pero moralmente era detestable: no era distinto a otro genio que triunfó, que fue Barbarroja. Entonces el abuso de las élites, genera una detestable falta de escrúpulos en una parte de las masas, que se entregan al pillaje, al bandidismo y generan terror arriba y abajo. Muchos o pocos, los agitadores y bandidos se imponen. Se imponen o porque son mayoría, o porque siendo minoría, el resto no se opone. Pero si se reproduce esa falta de escrúpulos abajo, cuando lleguen al poder el problema no se resuelve: se perpetúa.
Y el problema no es otro que miseria y servidumbre: la miseria genera servidumbre y la servidumbre, miseria. Y en esa espiral se ve atrapada la gente honrada de arriba, de enmedio y de abajo. Y tan detestable es la falta de escrúpulos de la gente de arriba, como de la de abajo, como de la de enmedio, pues como es arriba, es abajo. Lo que cuenta no es en suma el ser rico o pobre, sino la calidad de las obras de la persona. A mi juicio no es cuestión de que el pobre desplace al rico, ni viceversa, sino de que los honrados de arriba, abajo y enmedio se impongan a los bandidos de arriba, abajo y enmedio. Si triunfan (triunfamos) habrá libertad, prosperidad y bien común. Si triunfan los bandidos, entonces no habrá más que caos, pillaje, tiranía, servidumbre y miseria, arriba, abajo y enmedio.