Sí, la Sra. Aguirre se debería haber quedado buscando entre las ráfagas de metralleta y las bombas, a todos los españoles que quedaban en la ciudad, en cualquier hotel, en cualquier rincón, o preguntando puerta por puerta y pidiendo pasaportes. Solamente tenía que enfrentarse a los terroristas con su alpargata en la mano y hubiesen salido huyendo despavoridos.
Pero me da en la nariz que hubiese sido un esfuerzo inútil, y ella una "heroína" muerta.
En cuanto a María San Gil, ella misma, cuando fue consciente de la estupidez de su acción, corriendo indefensa tras un terrorista armado, volvió junto al cuerpo de Gregorio.
Los verdaderos héroes son héroes, pero no estúpidos.