La verdad es que la amenaza terrorista, personalmente, me está agriando un tanto estas navidades. Parte de mi familia se desplazó a Madrid para la Nochebuena, en tren, para más inri, con sus correspondientes paseos por las zonas más céntricas y turísticas y demás... y no me quedé yo muy tranquilo. Hoy, otra parte de la family, vuela hacia París para pasar allí el fin de año... y más de lo mismo, no me hace ni chispa de gracia el destino elegido.
En fin, también entiendo que no se puede vivir con miedo. Pero la amenaza está ahí y la intranquilidad también, justo lo que buscan esos malnacidos terroristas. De momento, ganan ellos.
FELICES PASCUAS MACÍAS! Un abrazo compañero.