Lo he mejorado un poco.
Yo me imagino este diálogo entre Casado y Sánchez. (Todo correlativo).
Riiiing Riiiing.
- Casado. Hombre Pedro, ¿te había tragado la tierra? ¿Te había secuestrado mi tocayo el chepas?
- Sánchez No Pablo, no te llamé antes, porque salvo Podemos no me queda casi ningún apoyo, y espero que no te bajes del caballo en marcha, porque te la pegas.
- Ya Pedro, si te digo la verdad, a mí me importa mi carrera tanto como a ti la tuya y España y los españoles, tan poco como a ti.
- Ahora Pablo, y me pesa mucho decirlo: estás siendo bastante franco.
- Ja ja Pedro, menuda indirecta más directa. Pero siendo verdad todo cuanto dijimos anteriormente, la verdad es que me preocupa mi imagen pública tanto como a ti.
- No hace falta que me lo digas, Pablo, conozco perfectamente de que pasta estás hecho. Vengo siguiendo tu trayectoria desde que aprobaste el máster aquel, sin dar ni golpe y a golpe (valga la paradoja) de telefonazos de Esperanza Aguirre.
- Sí, Pedro, Ja ja. Y lo tuyo con tu doctorado tampoco fue muy decoroso, pero bueno, por ahí todo controlado. Yo les digo a mis jueces que se olviden de lo tuyo, y tú a la recíproca… ¡supongo!
- De acuerdo, Pablo, basta de juegos, tienes que apoyarme al menos para poder hacer la desescalada. Porque si no, puedo hasta dimitir, hacer que te comas tú el marrón, dejar la situación sanitaria y económica hecha unos zorros y mientras, tomándome mi ración de palomitas en mi lujoso chalet de Pozuelo.
- Ya Pedro, más que desescalada, sería una montaña rusa, pero tienes que ver, que si apruebo la prórroga, se van a acordar de mi madre, todos los que ahora se acuerdan también de la suya, VOX me va a señalar como la derechita cobarde, Pío Moa me va a llamar de todo menos bonito, incluso me va a decir que soy un rojo peligroso, los autónomos van a lanzar unas impecaciones contra mí que se van a escuchar en la Conchinchina y ahí sí que estoy acabado. No te puedo apoyar, ni con una abstención hipócrita.
- Pues entonces tendrás que hacer algo, que 20 diputados tuyos se ausenten “accidentalmente”, porque yo no me voy a comer este marrón. Te juro que convoco elecciones y te señalo como lo que eres, hipócrita redomado.
- Bueno Pedro, déjame pensarlo, pero llámame más a menudo, da señales de vida, haz una cesión inteligente, para que ambos podamos salvar la cara. Que yo pueda decir a los míos y a la sociedad española que he conseguido racionalizar el estado de alarma, que tú puedas decir a los tuyos y a la sociedad que esta empresa requiere un gran consenso y no la confrontación feroz que persiguen los antisistemas de VOX.
- Eso está mejor, ¿sabes qué? Veo que eres astuto. Creo que voy a hacer algo muy parecido a lo que me sugieres. Eso salvo que convenza a Torra, de desconfinar primero Cataluña y a ver si por ahí también vamos tirando.
- Para eso estamos, para ayudar.